La campaña de Yolanda Díaz es todo un laberinto salpicado de trampas. Sin resolver todavía si Podemos formara parte de Sumar en los futuros comicios generales previstos para diciembre; la vicepresidenta segunda trata de no molestar a nadie y remar a favor de la izquierda a la izquierda del PSOE, principalmente llegando al rescate de figuras como la de Ada Colau en Barcelona, que es el epicentro de su tour electoral ya que pisará ese feudo hasta tres veces. La ministra de Trabajo aterrizó ayer en la capital catalana para arropar a la alcaldesa con gestos como el que lucía en su camiseta, donde reflejaba que la campaña en la ciudad condal es un “todos contra Colau”. Sin embargo, los ciudadanos de la Comunitat Valenciana, Asturias, la Comunidad de Madrid, Aragón o Canarias que quieran votar a una formación de izquierda que no sea la socialista lo tendrán más difícil para elegir una papeleta. Las llamadas listas de la unidad sí que han sido posibles en lugares como Iruñea, Donostia, Valladolid, Mérida, Sevilla y Málaga, e incluso en las dos ciudades andaluzas se ha unido Más País.

El quebradero de cabeza reside en rincones como la comunidad de Isabel Díaz Ayuso o en la de Ximo Puig. En la primera pugnan Unidas Podemos y Más Madrid y, en la segunda, Unidas Podem y Compromís. En ambos sitios Díaz ha optado por repartir su tiempo. Por ejemplo, este pasado jueves estuvo en Alcorcón, junto al candidato morado de Ganar Alcorcón a la alcaldía, Jesús Santo; y mañana, por contra, irá a Rivas a apoyar a la a la alcaldesa de la localidad, candidata de IU-Más Madrid-Equo, Aida Castillejo. En el primero de los casos, Más Madrid se presenta en por separado y, en el segundo, Podemos va en solitario.

Pero si Díaz busca tender puentes, Unidas Podemos arrancó la campaña en Valencia cargando contra los que podrían ser sus futuros aliados. Las ministras Ione Belarra e Irene Montero estuvieron arropando al candidato morado a la Generalitat, Héctor Illueca; y, además de reivindicar a su formación como la única con “valentía”, también se mostraron muy críticos con Compromís y con su candidato, Joan Baldoví, muy próximo a la vicepresidenta. Con todo, Díaz ha tirado por la equidistancia, ya que también respaldará a Illueca en un acto el 24 de mayo, así como al actual alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, al día siguiente. Donde ha evitado de lleno el conflicto es en Madrid, reduciendo su presencia a un paseo mañana por las fiestas de San Isidro para fotografiarse con unos y otros.

Entre tanto, Díaz lanzó en Barcelona su intención de impulsar un observatorio de márgenes salariales para vincular la subida de salarios en proporción a los beneficios que registran las empresas, máxime cuando las grandes compañías se están “forrando” a costa de las rentas de la clase trabajadora. Una idea similar esbozó en abril la titular de Economía y vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien trasladó la intención de crear un ente que recopile datos sobre las ganancias empresariales, de cara a mejorar la competitividad de los mercados y avanzar hacia una distribución adecuada de las rentas.

Paralelamente, y en defensa de Ada Colau, Díaz cargó contra el candidato de Junts, Xavier Trias, al que acusó de estar “en Marte, fuera de la realidad”, y no estar “preparado para gobernar” tras decir que “un señor que está cobrando 3.000 euros de golpe se encuentra que le han subido la hipoteca o el gas se le ha disparado y no puede llegar a final de mes”. “Un señor que quiere gobernar la ciudad de Barcelona, estando en Marte, fuera de la realidad de su gente, no está preparado para gobernar”, destacó, llamando al voto progresista para evitar que gobierne “la derecha, se llame Trias o se llame como se llame”.