La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, propuso ayer martes en la reunión de la Mesa que rige el funcionamiento de la Cámara baja una nueva resolución para cambiar el método de elección de los diputados que formarán parte de la comisión de secretos oficiales, que tiene acceso a información reservada y donde el Gobierno quiere ofrecer detalles sobre el caso Pegasus y el espionaje al independentismo. La resolución es respaldada por la mayoría de la Mesa que conforman el PSOE y Unidas Podemos, frente al rechazo del PP y Vox. Batet propone que desde ahora esos componentes sean nominados solo con una mayoría absoluta (176 escaños) frente a la actual mayoría reforzada de tres quintos (210), que requería acuerdos entre los dos principales partidos. El argumento apunta ea la necesidad de “favorecer el pluralismo político” ante los vetos persistentes del PP, Vox y Ciudadanos a partidos como ERC y EH Bildu.

La ley encarga a la Comisión de Gastos Reservados, cuyas reuniones son a puerta cerrada, el control parlamentario de las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y del uso de los fondos reservados por parte de los Ministerios que tienen asignadas partidas de este tipo; Interior, Exteriores, Defensa y el CNI. La comisión no ha podido constituirse esta legislatura y su última reunión fue en 2019, lo que implica que en estos tres años el Congreso esta incumpliendo su deber legal de controlar al CNI y de recibir cada seis meses informes de los ministros sobre el uso de las partidas presupuestarias para gastos reservados. El actual Gobierno ofreció activar esta comisión para que la directora de los servicios secretos, Paz Esteban, pudiera ofrecer explicaciones en la Cámara.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, afeó al PSOE que pretenda “romper el acuerdo” de los últimos 20 años sobre la mayoría reforzada en el Congreso para acceder a la llamada comisión de secretos oficiales para que los partidos independentistas, que “no creen en la unidad de la nación, participen de los secretos de Estado”. “No se puede aceptar. Empiezo a preguntarme qué más se le puede dar a los partidos independentistas para mantener con oxígeno a un Gobierno convaleciente”, consideró.