Miren Larrion ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía. Así lo ha contado ella misma a través de las redes sociales. La exportavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria ha anunciado que ha alcanzado un acuerdo en la causa judicial que le investigaba por abrir una cuenta bancaria utilizando la documentación de una compañera, en la que se tiene en cuenta el atenuante por problemas de salud.

Larrion dimitió en febrero del año pasado y estaba siendo investigada por la Ertzaintza por un supuesto caso de usurpación de identidad.

A través de un post publicado en su cuenta de Facebook, la carta comienza de una manera muy sincera: "Hace un año que cometí un error y confesé. En ese momento, no me di cuenta de que abrir una cuenta en nombre de una compañera en el banco, además de un error, también era un grito para pedir ayuda".

Y continúa explicando que además de haber sido tratada gracias a la ayuda de "un gran equipo de Osakidetza", ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía.

"Tuve suerte y ese grito fue escuchado. De esta manera, recibí la atención que necesitaba, he sido diagnosticada y tratada con la ayuda de un gran equipo profesional de Osakidetza. Hoy les puedo decir que he cerrado un acuerdo con la Fiscalía en relación a lo sucedido gracias a una decisión basada en informes de estos profesionales".

"Sabía que estaba mal, no lo negaré, pero no era consciente de cuánto. Muchas veces mencionaba lo cansada que me sentía o lo difícil que se me hacía conciliar el sueño. Pero la verdad es que, además de que era algo que le pasaba a mucha gente, tenemos esa mala costumbre de no darle mucha importancia a los que nos pasa a nosotros mismos".

A través de este post en Facebook, Miren Larrion explica que sigue en tratamiento y que, en virtud del acuerdo, "en breve espero poder estar haciendo trabajos comunitarios y poder ayudar a otros, como otros me han ayudado a mí, y así poder cerrar ese episodio".

La exportavoz de EH Bildu en Gasteiz también agradece todo el apoyo recibido por parte de "quienes intuisteis que lo mío era un problema de salud mental".

"Hablo de la familia cercana que se vuelca y del círculo de amistad más cercano. Pero hablo también de mis compañeros de trabajo de la UPV/EHU, de antiguos condiscípulos y compañeras de otras mil batallas que me enviaron mensajes, que me manifestaban su apoyo. Hablo de mensajes en redes sociales que aún no he he sido capaz de leer y que contestaré en cuanto pueda. Hablo de vecinas y de personas que en la calle me paraban con cariño".