- Ciudadanos se ofrece al PSOE como sostén para sacar adelante la reforma laboral. No tanto por aceptarla en todos sus términos sino, en palabras de Inés Arrimadas, para evitar una nueva “subasta nacionalista”. La presidenta de la formación naranja se agarró ayer a la retórica de que su partido primaría “actuar con responsabilidad” si desde Moncloa se les llama para negociar, algo que no entra en los planes de Unidas Podemos, y bajo el señuelo de que, ahora que comienza el trámite parlamentario, la norma podría “empeorar” con cesiones al bloque de la investidura. “Evidentemente no es una reforma que nosotros haríamos, pero si el Gobierno nos llama plantearemos cuál es nuestro modelo y haremos lo que tengamos que hacer”, sostuvo Arrimadas, convencida de que al final Pedro Sánchez tirará de sus socios.

El Ejecutivo español asume que tendrá que incorporar algún cambio en la reforma pactada con la patronal y los sindicatos si quiere lograr el respaldo de los soberanistas después de que el PP se inclinara por votar en contra pese a que no se lleva por delante muchos aspectos del modelo impulsado por Mariano Rajoy. Tanto el PNV como EH Bildu exigen la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales, aunque la coalición abertzale añade otros aspectos que el PSOE no acepta, como el bloque que afecta a los despidos.

El grupo jeltzale no quiere formar parte de ningún bloque ni rechaza de manera frontal este pacto. No comparte la derogación de todos los puntos de la reforma de 2012 ni articular un frente contra este decreto, como ha reclamado el BNG. Los socialistas, sin ir más lejos, ya renunciaron a aumentar la indemnización por despido improcedente de 33 a 45 días, y se centraron en combatir la temporalidad. Por su parte, ERC esgrime igualmente el coste de los despidos, y también que el Govern tenga capacidad para autorizar los ERE.

Desde Ciudadanos entienden que la reforma laboral de Yolanda Díaz es “una oportunidad perdida” porque, a su juicio, se podrían hacer muchas más cosas e incluir, entre otras, “la mochila austriaca que ahora se puede financiar con fondos europeos”. Arrimadas recordó que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del ejercicio anterior fueron un punto de inflexión porque “Sánchez eligió a los separatistas”, pero que desde Ciudadanos van a seguir pensando “en los intereses de España” y van “a actuar con responsabilidad”.

Mientras tanto, en el entorno del PP no se comprende la actitud de Pablo Casado. Al parecer, destacados miembros del último Gobierno de Mariano Rajoy que formaban parte de su equipo económico no ocultan su malestar por la oposición de Génova a una reforma que ven “equilibrada” y que “consolida los aspectos nucleares de la reforma de 2012”. Destacan el papel de la ministra de Empleo que lideró aquella reforma, Fátima Báñez, que trabaja en la CEOE -preside la fundación de la patronal- y es una estrecha colaboradora de Antonio Garamendi, líder de los empresarios, que ha respaldado el pacto que ha podido enhebrar Díaz. Hasta el propio Rajoy ha llegado a reconocer que “la reforma laboral se ha dejado como estaba”.

Recurso ante el TC. El exdirigente de Podemos Alberto Rodríguez ha solicitado al Tribunal Constitucional que suspenda de manera cautelar y urgente la decisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de retirarle el acta, y que su recurso de amparo se dilucide en una vista abierta al público.