Ordóñez no cree que Covite tenga que hacer autocrítica alguna sobre el papel que jugó Covite en el caso Altsasu elogia el papel del navarro Tomás Caballero en la Fundación Víctimas del Terrorismo, critica el de su antecesora Mari Mar Blanco, valora la importancia de la postura de los etarras arrepentidos y habla de “las x de ETA”

Hace días la Audiencia Nacional denegó al teniente de la Guardia Civil del ‘caso Altsasu’ la condición de víctima del terrorismo.

—¿Ah sí? Pues no me había enterado, y fíjese que soy muy amiga de sus padres.

¿El fallo de la Audiencia Nacional que descartó que existiera terrorismo no les ha generado autocrítica en Covite?

—No, nosotros denunciamos por terrorismo y luego también por odio, atentado contra la autoridad...

Pero que denunciaran por terrorismo y no cristalizara su denuncia... El papel que jugaron ahí...

—Un papel fundamental, esa ha sido una victoria de Covite, hemos conseguido que los agresores de esa brutal paliza por ser guardias civiles y a sus parejas, hayan sido condenados por los otros delitos que también denunciábamos. No tenemos que hacer ninguna rectificación ni nada, cuando uno pone una denuncia tienes que hacerlo por varios delitos. Nosotros sí que creíamos que era terrorismo, estamos convencidos, y así lo argumentábamos en nuestra denuncia, pero a la vez siempre por si acaso no te reconocen un delito tiene que denunciar también por otros.

Da la sensación de que se iba como a subasta.

—No, no, no, en la práctica jurídica las denuncias se ponen así, en cualquier otro tipo de delito. No se denuncia solo por un tipo penal, sino por varios tipos penales, porque nunca sabes lo que el juez luego va a considerar o no, y tú le tienes que dejar un abanico abierto.

¿Qué tal la relación con Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo?

—Muy bien, por fin, por fin, por fin quitaron a quien ya llevábamos mucho tiempo pidiendo que no podía estar representando a las víctimas. Tú no puedes estar en activo en la política, ser diputada, me refiero a Mari Mar Blanco, y estar ejerciendo también de presidenta de la Fundación de Víctimas. Las víctimas somos plurales, nos ha hecho mucho daño ese tipo de cargos. Llevaba años pidiendo que tenían que cesarla. Y claro, con Tomás estamos mucho más contentos todos. No puede ser que un cargo político de un partido determinado esté ocupando un puesto de representación y de gestión de los derechos de todas las víctimas. Eso es inmoral, indecente.

¿Cómo cree que estaremos en 2031 con los retos que hay por delante, y las posibilidades que detecta?

—Yo no soy nada pesimista, soy optimista. Estoy viendo unos movimientos sociales ahora, a navarros, vascos, gente con un enorme potencial que está haciendo una labor impresionante. Igual que creo que es muy importante la postura de estos arrepentidos como Urrusolo, Guisasola, Ibon Etxezarreta, con el historial que tenían, y están haciendo esa crítica a los jefes, a las x de ETA, a los que siempre han gestionado el terror, y han diseñado las estrategias de ETA, los que ordenaron asesinar a mi hermano, que son los políticos, los del despachazo, los que no se manchan las manos de sangre, los responsables. Tenemos que trabajar juntos precisamente para hacer esa pedagogía y conseguir presionar cuanto más a ese mundo para que asuma esa responsabilidad que ha tenido en toda la trayectoria criminal de ETA, y todo lo que significó su proyecto político, que siguen justificándolo sin condenar, sin hacer un ápice de crítica de verdad.

¿El discurso de Aiete?

—Eso es una tomadura de pelo. Hablan de que no tuvo que suceder, como si no fuera con ellos. ¿Qué hicieron para que no sucediera? Que hablen en primera persona.

Parece que iba implícito.

—No, no, que hablen en primera persona. No fue un accidente climático. No tuvieron que crear ese monstruo, ni alimentarlo, ni apoyar a ETA y mandar las estrategias de terror. Por consiguiente, estamos muy lejos todavía, pero creo que se está trabajando, y viene todo de los movimientos sociales, porque las instituciones siempre van a años luz detrás. Ya mi hermano lo tenía muy claro, él creía muchísimo en que ETA se iba a acabar con la rebelión ciudadana. Los ciudadanos primero, los políticos detrás, siempre decía eso. Y yo estoy ahí, en el movimiento ciudadano, soy activista y estoy viendo a gente que está haciendo grandes pasos, también una reflexión autocrítica de que no estuvieron a la altura, como Gogoan.

“Es muy importante la postura de arrepentidos como Urrusolo, Guisasola e Ibon Etxezarreta”

“El discurso de Otegi en Aiete fue una tomadura de pelo, hablan como si no fuera con ellos”