Segundo año sin fiesta del Alderdi Eguna. El año pasado, incluso, se tuvo que aplazar la Asamblea General donde se iban a debatir cambios estatutarios para suspender a militantes investigados por violencia de género. ¿Cuándo podrá recuperar la normalidad interna total el PNV?

—Este año habrá un aforo de unas 1.500 personas, todas sentadas; y no habrá fiesta. Va a existir un acto político. Es un intento de empezar a retomar la actividad. El partido, como el resto de la sociedad, ha tenido su engranaje y su mecanismo a la mínima expresión, y tenemos que volver a engrasar la máquina y pedir a la militancia que se ponga las pilas. Si la pandemia sigue como hasta ahora y la vacunación sigue a este ritmo, como dicen los técnicos de Osakidetza, en quince días podremos estar en una situación no de normalidad al 100%, pero sí del noventa y muchos por ciento. Vamos a tener dos días de Asamblea General el próximo mes. Vamos a ir poniendo en marcha el engranaje.

¿Qué mensaje quiere lanzar el PNV en el acto?

—Un mensaje de esperanza, de recuperación económica, que tenemos que seguir trabajando para salir adelante cuanto antes y en las mejores condiciones. En lo político, vamos a trabajar por un autogobierno necesario y mejorable.

¿Haber tomado decisiones impopulares como otros gobiernos para atajar el coronavirus se lo ha puesto más fácil a EH Bildu para escenificar que es la alternativa?

—No. Se han equivocado en el diagnóstico. Somos críticos con nosotros mismos, porque la pandemia era un hecho inédito que se desconocía en el mundo entero y no había un manual de instrucciones. Ha habido errores. Pero, en el compendio general, hemos salido adelante fortalecidos, demostrando que tenemos unos servicios públicos con fuerza. Los servicios públicos son autogobierno y, a mayor autogobierno, mejores prestaciones para la sociedad.

El PNV ha dicho que EH Bildu no está dispuesta a llegar a acuerdos, pero se está especulando con un entendimiento entre ambos en la Ley de Educación. ¿Qué hay de cierto?

—EH Bildu llegó a la conclusión, después de las elecciones autonómicas, de que tenía dos o tres años para presentarse como alternativa, y optó por un enfrentamiento absoluto con el Gobierno vasco. No así en otros ámbitos como el Gobierno de Navarra o Madrid. Aquí, en la pandemia, no hemos visto que hayan arrimado el hombro. Sus críticas aceradas al Departamento de Salud o a las residencias poca gente las ha entendido. Veremos si encuentran mayor reticencia por parte de la sociedad al entender que no han sabido arrimar el hombro.

Pero le insisto con la Ley de Educación...

—EH Bildu, donde tiene intereses muy particulares, está dispuesto a colaborar, y no solo en la educación, donde está todo el mundo de las ikastolas y donde hay referentes sociales muy importantes de ese ámbito sociológico de la izquierda abertzale. También en el tema de los presos, y por eso apoyan una política penitenciaria diferente, el traspaso de los centros penitenciarios... Porque les afecta directamente. En aquello donde les aprieta el zapato, están dispuestos a colaborar siempre. Y en educación, también. Y me alegro mucho. De la misma forma en que, en su día, aprobamos la Ley Municipal porque ellos tenían un montón de alcaldes. Es así de simple.

¿Dónde puede estar el acuerdo?

—Estamos con otras formaciones, EH Bildu y el PSE, intentando unas bases. Parecer ser que hay un consenso básico importante a tres bandas. Habrá que ver el colectivo educativo qué opina, pero creo que es una muy buena noticia que, por encima de diferencias y del ruido, pueda haber de momento esta música de sintonía.

Markel Olano ha confirmado que no va a repetir como candidato a la Diputación de Gipuzkoa en 2023. Él mismo ha señalado que debería sustituirlo una mujer. ¿Eider Mendoza es la que está llamada a reemplazarlo?

—Ha hecho declaraciones a título personal, y hay que tener en cuenta que el procedimiento en el PNV es complejo. Les tocará a las bases guipuzcoanas determinar sus candidaturas.

Puede ser la antesala de un relevo generacional de otros líderes de su quinta como el alcalde de Bilbao o el diputado general de Araba...

—Yo mismo. En el PNV siempre ha habido un ámbito de relevo generacional que hablaba de dos o tres mandatos, y tiene banquillo. Probablemente toque y haya un relevo generacional amplio en las bases institucionales e internas. Pero cuando llegue el momento, no antes. Estar entretenidos desde ahora no tiene sentido. Y devalúa mucho la propia acción de gobierno.

Porque puede parecer que la persona que está al frente ya está amortizada...

—Eso es. Yo conozco mucho a Markel y lo tendrá muy pensado, pero creo que se ha precipitado a la hora de tomar una decisión. Por lo menos, a la hora de hacerlo público.

En Nafarroa, con la reordenación del espacio de Geroa Bai, ¿cómo reaccionará el PNV?

—El PNV tiene que reforzar aún más su coalición en Geroa Bai, ese espacio con el nuevo partido socialverde. Este año tendremos que llegar a un nuevo acuerdo entre socios. El PNV tendrá que negociar las bases de representación en la coalición. Estamos abiertos a hablar, siempre y cuando nuestro peso específico sea respetado.

¿Cómo va la presencia del PNV en Iparralde?

—Estamos muy esperanzados desde la llegada de Peio Etxeleku. Empieza a haber ámbitos de colaboración con el agro vasco. Y se están marcando desde el PNV objetivos contrastados e incómodos para las instituciones propias, que hasta ahora no tenían ningún ámbito de crítica: cómo es la mancomunidad y cómo distribuye los recursos de manera centralizada.

¿Qué supone para el PNV en la CAV que Idoia Mendia haya dejado el liderazgo del PSE?

—Respetamos las decisiones de otras formaciones. Tendrán que ver con qué candidaturas está más cómoda su militancia para abordar los próximos años en el país, que sigue necesitando una vertebración y un sosiego que, en este momento, la coalición con el PSE está dando.

Soraya Morla cuestiona los acuerdos con el PNV. Eneko Andueza, a pesar de que puede parecer un relevo continuista, pertenece a otra generación, es de Gipuzkoa, y quizás puede tener una relación más abierta con EH Bildu. ¿Les genera alguna inquietud que se pueda cambiar el eje de las alianzas en el PSE?

—No. Hoy por hoy, no. Andueza pertenece a una nueva generación dentro del PSE, en una tradición histórica como es la guipuzcoana, que en este momento es tal vez la más potente. Tendrá sus formas de hacer, distintas a las que hemos contemplado con Idoia Mendia, pero sustancialmente, en lo importante, no va a haber grandes alteraciones. Hay que tener en cuenta, además, que el PSE es una franquicia del PSOE. En la medida en que Pedro Sánchez continúe como líder indiscutible en el próximo Congreso, no creo que haya grandes diferencias.

Sobre el nuevo estatus de autogobierno, Ortuzar decía que en el pleno de política general se vería si hay agua en la piscina, un estanque o un pocito. ¿Qué conclusión han sacado?

—Nuestra conclusión es que todo el mundo tiene la duda metafísica de si este es el momento o no de plantear un debate en condiciones. Nosotros lo vamos a intentar. Entre otras razones porque, como recordará Andoni Ortuzar en el Alderdi Eguna, Pedro Sánchez se comprometió por escrito a apoyar un diálogo que hiciera posible solventar la crisis territorial en Catalunya y la renovación de un Estatuto en la comunidad autónoma vasca. Se comprometía igualmente a defender los planteamientos mayoritarios que surjan del Parlamento Vasco. Vamos a ver si cabe cumplir esa cláusula que el PNV firmó con Sánchez en su investidura. Reclamamos el inicio de un diálogo sincero con todas las partes para ver si somos capaces de llegar a un compromiso básico. Después de la pandemia, hay una tentación de centralización del Gobierno español, y eso se va a acrecentar, so pretexto de la igualdad de toda la ciudadanía. Podemos plantea ratios sanitarios. Y cualquier juez interpreta las competencias. Hay un deterioro evidente del autogobierno. Llega el momento de plantearse no un enfrentamiento con el Estado, sino un nuevo estatus, un respeto al ámbito bilateral entre el Estado y la comunidad autónoma. No va a ser la independencia, siendo independentistas como somos. Esperamos que EH Bildu vea que necesitamos dar un paso y, cuanto más mayoritario sea, mejor. Sin renunciar a nada, pero el autogobierno se gana paso a paso. Veremos si Sánchez está dispuesto a cumplir su palabra, y si Bildu entra en esta dinámica.

¿Sánchez tiene que mover la posición del PSE?

—El acuerdo con Sánchez determina favorecer un diálogo entre partidos. Si el PSE no quiere moverse, tendrá que moverse el PSOE.

¿Se le ha trasladado ya a Sánchez la preocupación por la cerrazón del PSE?

—En las conversaciones que quieren establecer de cara al Presupuesto, nosotros le diremos que tenemos una serie de compromisos firmados.

¿Hay fecha para la ronda que anunció el PNV?

—Lo que ha existido en todo momento ha sido diálogo, no público. No podemos dejar pasar mucho más tiempo. Cuando nos acerquemos al ámbito electoral, se estropearán las opciones.

¿Habrá Presupuestos estatales y legislatura tras la detención de Carles Puigdemont?

—Tengo la bola de cristal apagada. Hasta el jueves, hubiera pensado que Sánchez tenía hecho el trámite presupuestario, quizás sin contar con el PNV. La realidad nos ha demostrado que la crisis catalana se puede llevar por delante cualquier cosa. Espero que ahora no lo siga haciendo. Hay que normalizar la situación en Catalunya cuanto antes, y no tiene sentido una persecución por parte de determinados jueces, que se convierten en los herederos de la unidad de España. Aquí nos ha llevado la judicialización de la política, que pensábamos que se podía desmontar con los indultos y la mesa catalana. Hay elementos al margen del poder político que trabajan para hacer descarrilar la normalización.

¿Los soberanistas van a poder hacer abstracción de los movimientos del Supremo?

—No estoy en su piel.

¿Deberían? ¿Es lo que el PNV desearía?

—En este proceso han aprendido a ver con gran angular y no con un microscopio.

Sobre la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, ¿al PNV le basta lo que dijo el martes el ministro Escrivá? Admitió la ventanilla única, pero la condicionó a un cambio legal...

—Lo que diga Escrivá no nos lo creemos, porque nos ha demostrado que dice una cosa y la contraria. Nos lo creeremos cuando haya un acuerdo en los términos pactados entre el PNV y el Gobierno español. Nos creeremos más la palabra del Boletín Oficial del Estado.

En relación a los fondos europeos, ¿este reparto en el que a Euskadi no le toca ni el 4% dificulta el apoyo del PNV a los Presupuestos?

—Evidentemente. Pedimos transparencia en el destino de los fondos. La Unión Europea ha planteado regeneración económica, apoyo a la transición energética... No se trata de distribuirlo como si fueran subvenciones. En lo cuantitativo, no obedecen a lo que Euskadi representa en el Estado. Y no quiere decir que estemos pidiendo que, si pagamos el 6,24% de Cupo, queremos el 6,24%, sino que sea justo con los proyectos.

Las críticas al juez Garrido se han interpretado como una injerencia del PNV.

—Ha sido escandaloso determinar las medidas por encima de los informes de los epidemiólogos, que el juez se convierta en virólogo. ¿Y la independencia del poder político para tomar decisiones amparadas por ley y su competencia? El pim pam pum a los políticos está premiado. La crítica constructiva a los jueces, no.

¿El PNV va a plantear un CGPJ vasco o una cuota vasca en el Tribunal Constitucional?

—Nos gustaría que, si nuestra pretensión es un ámbito bilateral, no esté sometido a un árbitro de parte. Con la composición de los tribunales, que no quiere tocar el PP porque fue nombrada básicamente por él, se toman decisiones inentendibles. Hay en los poderes del Estado protagonistas que se creen llamados a defender ideales patrios por encima de cualquier consideración, y alteran la normalidad democrática.

"Tenemos que seguir trabajando para salir adelante en las mejores condiciones, y vamos a trabajar por un autogobierno necesario"

"Bildu no ha arrimado el hombro en la pandemia; donde tiene intereses muy particulares, como la Ley de Educación, sí está dispuesto"

"Lo que diga Escrivá ahora sobre el traspaso del IMV no nos lo creemos; creemos más la palabra del Boletín Oficial del Estado"

"Eneko Andueza tendrá formas de hacer distintas a las de Mendia, pero en lo importante no va a haber grandes alteraciones"