Una de las razones que han motivado la apuesta del PNV por facilitar la estabilidad del Gobierno español de Pedro Sánchez es la expectativa de que se cumpla finalmente el Estatuto de Gernika más de cuarenta años después de su aprobación. De ahí que el proceso de negociación que ha entrado ya en capilla para cerrar tres o cuatro traspasos esta semana sea para el PNV una prueba del algodón, un examen para el presidente Sánchez en el que se juega "la nota" de la confianza de los jeltzales, socios preferentes del PSOE y que han visto cómo el compromiso de los socialistas con la agenda vasca ha fluctuado en esta etapa entre el notable y el "cinco raspado". "El Gobierno se juega la nota en estas negociaciones", recalcó ayer martes el presidente de la Ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, en una entrevista en Onda Cero.

Ortuzar se refirió a los constantes retrasos que ha sufrido el calendario de transferencias, con causas de fuerza mayor como el coronavirus, y otras más cuestionables como el clima preelectoral que han provocado los comicios de la Comunidad de Madrid del 4 de mayo. En ese sentido, el jeltzale recordó que llevan esperando más de cuarenta años, y que, si se trata de esperar 15 días más para que las transferencias se firmen en una Comisión Mixta después de las elecciones, lo harán, pero el PNV quiere que se concrete el compromiso. El lehendakari Urkullu espera que esta semana se cierren los traspasos y se ponga fecha para la Comisión. La consejería de Autogobierno de Olatz Garamendi quiere cerrar el compromiso antes de que los socialistas entren en el terreno pantanoso de las elecciones, donde les puede condicionar el discurso del PP en contra del traspaso de prisiones por vincularlo con un hipotético trato de favor a los presos de ETA. "A veces se hace reduccionismo pensando en los presos de ETA, pero hay muchos más, presos comunes que tienen sus derechos", aclaró Ortuzar, quien pidió verlo con normalidad, como el traspaso de un servicio más, y defendió en todo caso que, siempre que ha habido una transferencia, se ha "mejorado el servicio, en dotación de medios y materiales" desde Euskadi. Cumpliendo la legislación penitenciaria estatal, apostó por impulsar una política "más justa", y por dar una oportunidad a las personas para que puedan reinsertarse tras salir de la cárcel.

El Gobierno vasco espera que esta semana se acuerde un bloque de tres o cuatro traspasos: las prisiones (en el diálogo se incluyen los edificios penitenciarios en desuso, en alusión a Nanclares, tal y como informó ayer este periódico), el código bibliográfico ISSN, el edificio sede del Distrito Marítimo de Ondarroa, y quizás una cuarta. Los dos gobiernos hablan también sobre inmigración y trenes de cercanías.

"Se hace mucho reduccionismo con el traspaso de prisiones pensando solo en ETA"

Presidente del EBB del PNV