"Nosotros no le vamos a enviar a la papelera de la historia. Queremos hacer historia". JxCat ha sintetizado así la abstención que ha impedido investir a Pere Aragonès como president y que amenaza con tornarse en un "no" en caso de que Esquerra no formalice un pacto de legislatura sólido, por lo que el partido de Carles Puigdemont ha pedido sin éxito al líder de ERC que no se someta el próximo martes a la segunda votación de rigor mientras no haya un consenso donde prime la "concreción". Así lo ha trasladado el diputado posconvergente Albert Batet en una jornada que ha acabado como estaba previsto, con el republicano recabando los únicos apoyos de su grupo y de la CUP -un total de 42 votos-, mientras los comunes y el bloque constitucionalista han votado en contra de su candidatura ( sumaron 62).

"Queremos un acuerdo de coalición y no de colisión", ha trasladado Junts a Esquerra tras digerir un discurso donde los primeros, visiblemente molestos, han salido con la sensación de que no se había avanzado "ni un milímetro" pese a que Aragonès ha tenido que reconocer el trabajo realizado desde el exilio por el Consell per la República, uno de los obstáculos en la negociación. Ambas fuerzas independentistas, separadas por solo un escaño en las urnas (33 a 32), están condenadas a entenderse, y ni de lejos se contempla prolongar durante dos meses está situación de interinidad en el Govern que expiraría el 26 de mayo con una nueva convocatoria de elecciones.

AMNISTÍA Y AUTODETERMINACIÓN

JxCat echa en falta en Aragonès una hoja de ruta clara, más allá de que haya planteado un "acuerdo nacional para la amnistía y la autodeterminación", fajarse en hacer inevitable un referéndum y en reactivar la mesa de diálogo, tarea ésta última en la que el socialista Salvador Illa ha dicho que se implicará. El guiño preferente de ERC a la CUP tampoco ha agradado a los posconvergentes, que han censurado el llamado pressing Junts, un eslogan que en su día inventaron los antisistema. JxCat demanda un guion sobre cómo replicar lo que vaticina como una evidencia palmaria: que el Estado español no moverá ficha aunque se les ofrezca dos años para lograr avances en el conflicto.

Aragonès ha instado a Junts a "abandonar la zona de confort", a no caer en un "diálogo de sordos", y ha hecho una mención especial a la líder de los anticapitalistas, Dolors Sabater por facilitar su apoyo. El Govern que quiere presidir tendría tres ejes: afrontar las desigualdades, que la reconstrucción impulse un cambio en el modelo productivo de Catalunya, y todo lo relativo a la plena soberanía, alejándose de la idea de un independentismo excluyente pero dispuesto a hacer valer ese 52% que votó en clave secesionista el 14-F.

CONCRECIÓN

Y ha extendido su programa a los comunes porque "puede ser asumido por todas las partes si realmente hay voluntad de acuerdo y de entendimiento". "Si optamos por la comodidad del maximalismo, hemos de ser conscientes de que solo contribuimos al bloqueo del país", ha advertido. En un último intento de atraer a Junts, Aragonès ha señalado: "Me pide concreción, aquí la tiene: acepto su programa al 100%". Pero Batet ha vuelto a demandarle mayor profundidad: "Hablar de referéndum sin concretar no es serio, ¿qué habrá diferente respecto al 1-O?". En este escenario, Aragonès ha tenido que alabar la labor de Puigdemont en Bruselas: "Necesitamos más presencia internacional y, en este sentido, la aportación del president ha sido muy importante. Pero tenemos que fortalecer alianzas".

ILLA SE POSTULA

Por su parte, el socialista Salvador Illa se ha postulado como alternativa y ha reciminado a Aragonès su compromiso con la CUP de someterse a una cuestión de confianza a media legislatura. El apodado ministro de la pandemia le ha recetado "seny (sentido común)", conminándole a forjar una alternativa de izquierdas. Illa ha solicitado además una mesa entre partidos catalanes, aparte de la bilateral entre gobiernos. Mientras Vox ha desplegado su tradicional discurso de odio, y C's y PP se han retratado con las marcas marginales en que se han convertido; la diputada de la CUP, Dolors Sabater, ha llamado al secesionismo a enterrar la confrontación. "Hay que evitar una nueva legislatura de retroceso y recuperar la iniciativa del independentismo, superar partidismos, rencores y batallas internas".

DESBANDADA ANTE VOX

La nota de la jornada se ha producido cuando un nutrido grupo de diputados de ERC, JxCat, CUP, PSC y comunes han abandonado el auditorio del Parlament cuando el líder de Vox en la Cámara catalana, Ignacio Garriga, ha tomado la palabra. Todos ellos son miembros de los mismos cinco partidos que hace unas semanas firmaron un decálogo para aislar a la extrema derecha en el Parlament.