Junts negocia con ERC y la CUP una reforma del reglamento del Parlament para "blindar los derechos" de aquellos diputados que puedan estar procesados o incluso condenados pero que aún no tengan una sentencia firme, un supuesto que afectaría, entre otros, a la presidenta de la cámara, Laura Borràs.

Tras alcanzar un "primer acuerdo" para la constitución de una Mesa con mayoría independentista -5 de las 7 plazas son para ERC, JxCat y la CUP-, las negociaciones se centran ahora en intentar llegar a un "acuerdo global" que permita la investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat el 26 de marzo.

Uno de los puntos a negociar, explicó el lunes la dirigente de Junts Elsa Artadi en rueda de prensa, es una reforma del reglamento del Parlament que responda a posibles "acciones represivas del Estado español contra miembros electos", además de otras cuestiones como llevar a la práctica el "acuerdo antifascista" entre diversos grupos, aplicar el plan de igualdad y extender el uso de las vías telemáticas. El aspecto más polémico puede ser cómo "preservar los derechos de los diputados" independentistas con causas judiciales por el procés: "La sentencia firme la aceptamos como límite, pero hasta que no la haya, los derechos de los diputados deben preservarse", recalcó.

La reforma afectaría directamente a Borràs, que arrastra una causa judicial en el Tribunal Supremo por presuntas irregularidades en contratos en su etapa al frente de la Institución de las Letras Catalanas.

Según Artadi, los negociadores tienen "documentos avanzados" pero aún no está "cerrada la reforma del reglamento". Lo que hay de momento es un "preacuerdo" para la "defensa de los derechos de los diputados antes de que haya sentencia firme", afirmó Artadi, que considera que "como mínimo" hay que "mantener la presunción de inocencia", para no ponerle tan "fácil" al Estado "acabar con la carrera política" de aquellos que le "estorben".

Desde el PSC, su portavoz parlamentaria Alicia Romero, acusó a Borràs de querer reformar el reglamento de la cámara catalana para "beneficiarse" en su propio proceso judicial. Romero calificó de "reprobable" que la reforma del reglamento del Parlament vaya a ser su primera decisión y ha asegurado que Borràs no tiene "iniciativa" como presidenta para poder llevarla a cabo porque correspondería en todo caso a los grupos parlamentarios.

Quejas de la CUP

Por otro lado, después de que la diputada de la CUP Eulàlia Reguant advirtiera desde Nació Digital que ERC y Junts están situando a la formación que ella representa "fuera de las negociaciones del Govern", Artadi se mostró "sorprendida". "No es en absoluto la voluntad de JxCat ni de ERC apartar ni dejar de lado a la CUP", aseguró Artadi, que recordó que ella y otros diputados de JxCat cedieron sus votos para que la CUP tuviese una de las cuatro secretarías de la Mesa del Parlament. También negó Artadi que Borràs quisiera "polemizar" con ERC al ningunear a su predecesor en la presidencia del Parlament, Roger Torrent, en su discurso de toma de posesión, que para Artadi fue "impecable" y trufado de "referencias a políticos de ERC" como Carme Forcadell, Meritxell Serret o Ernest Benach.