La primera opción de Laura Borràs cuando concurrió como cabeza de lista de JxCat a las elecciones del 14-F era presidir la Generalitat, o en todo caso, integrar el futuro Govern como vicepresidenta. Después de que ERC superara a Junts en los comicios, ha cambiado sus aspiraciones y ha sido elegida presidenta del Parlament, un cargo en el que llevará sus principios hasta sus últimas consecuencias, es decir, no cederá ni un milímetro frente al Gobierno español. "Haré que esta soberanía sea respetada y defendida ante cualquier intento de injerencia exterior", ha advertido.

Borràs ha sido investida en segunda votación por mayoría simple con 64 votos, después de que los 65 cosechados en la primera votación no alcanzaran la mayoría absoluta. La han apoyado ERC y JxCat, lo que abre a su vez la puerta a que el candidato republicano, Pere Aragonès, sea investido president de la Generalitat.

Ello supone que ambas formaciones se intercambian el liderazgo de las dos instituciones respecto a la pasada legislatura. La CUP, crítica con Borràs por la causa judicial que pesa contra ella y que podría acarrear su inhabilitación, ha votado a su candidato, Pau Juvillà, en primera votación y en blanco en la segunda, si bien ha cedido una de sus nueve papeletas a Borràs, en una simbólica concesión al diputado de JxCat Lluís Puig, huido en Bélgica y que no ha podido delegar su voto.

En su discurso, durante el que los diputados de C's han abandonado la Cámara, Borràs ha exhibido un perfil de dureza y ha destacado la "responsabilidad que supone presidir una Cámara que seguirá siendo uno de los principales objetivos de la guerra sucia y antidemocrática del Estado contra Catalunya".

Buena prueba de la beligerancia que se anticipa para esta legislatura es que Borràs ha alabado la labor realizada por la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, actualmente en prisión y de la que se ha declarado sucesora. No ha dicho ni palabra, en cambio, sobre su inmediato predecesor, Roger Torrent. El partido de este, ERC, no ha entrado al trapo y ha dicho "respetar" la intervención de Borràs, al tiempo que ha reivindicado el mandato de Torrent.

DIQUE DE CONTENCIÓN CONTRA VOX

La nueva presidenta ha aseverado que "lo que no tiene cabida en democracia y en el Parlament son la xenofobia, el racismo, el machismo y cualquier tipo de opresión personal o nacional", por lo que será implacable si se dan casos en la Cámara, en la que Vox tiene representación por primera vez. Ha defendido el uso del catalán y recordado a los políticos presos por el 1-O y a los que residen en el extranjero, incluido el líder de su partido Carles Puigdemont.

Laura Borràs deberá abrir ahora consultas con los líderes parlamentarios para explorar qué candidato puede reunir los apoyos necesarios para ser investido president de la Generalitat. La previsión es que Pere Aragonès (ERC) lo tendrá todo a favor para ser elegido en un debate que debe tener lugar como muy tarde el 26 de marzo y al que no renuncia Salvador Illa, del PSC.

Respecto a la Mesa del Parlament, los partidos independentistas han revalidado la mayoría que han tenido en el órgano rector de la Cámara en las dos últimas legislaturas. Más aún, la han ampliado ya que ERC, Junts y la CUP acaparan cinco de sus siete miembros. Anna Caula (ERC) es la vicepresidenta primera, Eva Granados (PSC) la vicepresidenta segunda y los cuatro secretarios se reparten entre el PSC, JxCat, ERC y, por primera vez en su historia, la CUP.