Manu Ayerdi ha decidido no esperar más y adelantar su dimisión para frenar en seco la estrategia de desgaste de UPN sobre el Gobierno navarro. El consejero de Desarrollo Económico, del PNV, se va antes de incurrir en el supuesto de la Ley de Gobierno que obliga a dimitir. Ayerdi había comunicado ya a la presidenta socialista, María Chivite, su intención de marcharse en el supuesto caso de que el Tribunal Supremo lo citara como investigado por el dinero inyectado a la empresa Davalor Salud, S.L., en cumplimiento de la Ley de Gobierno, que en su artículo 68 obliga a presentar la renuncia cuando llegue una comunicación fehaciente de esa imputación. En realidad, esa comunicación fehaciente no había llegado todavía ayer, pero Ayerdi ha decidido adelantar su dimisión porque, aunque jurídicamente tuviera razones para seguir, la ofensiva política de UPN sobre el Gobierno navarro lo ha movido a dar un paso al frente para detener este carrusel de declaraciones de la formación, que incluso amenazaba con denunciar a Chivite por prevaricación e incumplimiento del artículo 68 al no cesarlo. Se trataba de una cuestión de desgaste personal para él mismo, su partido, la coalición Geroa Bai, y el Gobierno.La propia UPN impulsó la querella contra el consejero, y ha redoblado sus peticiones de dimisión desde la semana pasada. El Tribunal Supremo acordó abrir diligencias previas en la causa por los fondos concedidos a la empresa Davalor Salud, pero no lo citó como investigado. El Gobierno navarro emitió un comunicado en aquel momento para respaldar esa lectura. Ayerdi se marcha con el respaldo del PNV y el arrope de sus socios. Solo UPN ha agitado la querella, tampoco han exigido la dimisión otros partidos como EH Bildu, y la lectura de mayor peso en el entorno progresista es que se trata de una denuncia política que quedará en nada, pero que por el camino está siendo utilizada por la derecha para desgastar al PNV, a Geroa Bai y al gobierno.

El PNV vive un momento de fuerza institucional en Nafarroa, con su presencia en el Gobierno y la presidencia del Parlamento, que ocupa el líder de la Ejecutiva, Unai Hualde. Precisamente otro de los puntales del PNV en términos de presencia institucional era el consejero Ayerdi. Los jeltzales no temen que este golpe en una de sus caras más visibles le ocasione desgaste porque, a su juicio, es ampliamente asumido que la querella de UPN tiene motivaciones políticas y, en cualquier caso, lo que está en entredicho, según aseguran, no es que Ayerdi se haya llevado dinero al bolsillo. Además, confían en la absolución y en restituir su nombre. Tras la marcha de Ayerdi, que llevaba más de cinco años en el departamento, el PNV mantiene su cuota con su sustituto, el jeltzale Mikel Irujo, director de Acción Exterior. Ayerdi deja de estar aforado, y el Supremo, por tanto, no será competente para abordar su caso, sino que debe pasar a la Audiencia Provincial.

declaraciones

Ayerdi compareció en solitario, pero entre el público había cargos de Geroa Bai como el vicepresidente José Mari Aierdi. Aseguró que la “notificación fehaciente” del auto “no se ha producido a día de hoy”, y que el pasado lunes, convencido de que no está siendo investigado, sus abogados registraron ante el Supremo una solicitud de aclaración que no llegaba. “Esta es la situación jurídica en relación con el artículo 68. Sin embargo, a la vista de la situación política y mediática creada, he llegado al convencimiento de que no es bueno prolongarla ni para mí y mi entorno, ni para la estabilidad institucional que Navarra necesita en este momento tan complejo”, dijo, para anunciar que haría oficial su dimisión con una carta a Chivite nada más finalizar la comparecencia.

“Considero la querella totalmente infundada y estoy absolutamente tranquilo respecto al fondo de la cuestión”, aclaró, para añadir después que la “obsesión de UPN con esta cuestión es casi patológica”. Se va con el respaldo del PNV, que considera que su decisión es ejemplarizante y no se aferra al sillón. El artículo 68 era de por sí un punto cuestionado en ámbitos navarros por su dureza y porque abría la vía a que UPN hiciera que los gobiernos se tambalearan con querellas, y Ayerdi da un paso atrás antes incluso de incurrir en lo previsto en la ley. La Ejecutiva de Hualde ensalzó que su decisión “habla muy bien de él”. “Ha vuelto a anteponer la ética, la honradez y la transparencia por encima de todo, frente a un acoso indecente al que le han sometido algunas formaciones como UPN”, dijeron, para puntualizar que la denuncia es “política, como consecuencia de que en una comisión de investigación del Parlamento foral no se sacaron conclusiones que manifestasen que hubiese irregularidades”. Desde la Ejecutiva nacional del PNV, Andoni Ortuzar lamentó que “la mezquindad política de UPN” se lleve por delante momentáneamente a una persona “capaz y entregada”. “Toda nuestra solidaridad y apoyo hacia él. Sentimos como propia la injusticia que se está cometiendo”, dijo. Avisó de que estas maniobras no harán desaparecer al PNV de Nafarroa.

UPN acusa a Ayerdi de prevaricación y malversación de fondos por los 2,6 millones que concedió a la empresa Davalor Salud. Dice que nunca debió conceder ese dinero porque la empresa era insolvente y usó los fondos para tapar agujeros con un acreedor. La operación se produjo en la anterior legislatura, con el Gobierno de Uxue Barkos, y entre 2015 y 2017.

Sucesor del PNV. El sucesor de Manu Ayerdi será Mikel Irujo, director de Acción Exterior. Es también afiliado jeltzale, de manera que el partido de Sabin Etxea mantiene su cuota de representación en el Gobierno navarro dentro de la coalición Geroa Bai. También fue delegado del Gobierno de Nafarroa en Bruselas, y es una persona de la confianza de la presidenta María Chivite. El relevo se ha pactado con el PNV, y cuenta con el aval en última instancia de la responsable socialista del Ejecutivo de coalición, donde también está representado Podemos.

“En vista de la situación política y mediática creada, no es bueno para mí ni para la estabilidad”

Exconsejero de Desarrollo Económico