- En la antesala de la negociación para aprobar los presupuestos generales del Estado, el PSOE realizó ayer una doble presión, a Unidas Podemos y al PP. A su compañero en el Gobierno de coalición, advirtiéndole de que ERC no está dispuesto a aprobar las cuentas, por lo que la opción de contar con los partidos de la moción de censura y la investidura de Pedro Sánchez no suma. Y a los populares, con el acto que el presidente español protagonizó ayer con los empresarios, frente a los que defendió la estabilidad para superar la crisis. Sin embargo, y cuando mañana comienza la ronda de contactos de Sánchez con los grupos de la oposición para sacar adelante los presupuestos, el PSOE ha priorizado a la formación morada y los dos partidos consensuarán las líneas maestras que llevarán a esta negociación. Con este fin, Sánchez y el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, se reunieron ayer.

En ese encuentro, Iglesias trasladó su intención de pactar el presupuesto con el PSOE, que sea un proyecto conjunto de la coalición, y estar presente en las conversaciones con Ciudadanos, según avanzó El País. Hasta la fecha, Podemos había expresado su negativa a negociar con C's y el PP, con cuyos líderes, Inés Arrimadas y Pablo Casado, respectivamente, se reunirá Sánchez mañana. Sobre la mesa, además de las cuentas, está renovar instituciones pendientes como el CGPJ, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y el Consejo de RTVE. En este juego de vetos cruzados, el PP se ha autoexcluido alegando que la presencia del partido de Iglesias en el Ejecutivo imposibilita que apoye el proyecto presupuestario.

Antes de hablar con Unidas Podemos, el PSOE marcó ayer a este partido los límites del tablero de juego. Fue la vicepresidenta Carmen Calvo la que recordó que ERC dijo hace unas semanas que no apoyará los presupuestos del Estado. Dado que para esta ley orgánica se necesita mayoría absoluta, los grupos que apoyaron la investidura de Sánchez no son suficientes, por lo que defendió buscar respaldos en todos los partidos. Sobre todo C's, la opción que hasta ahora desdeñaba Iglesias. La presidenta naranja, Inés Arrimadas, aseguró ayer que "afrontamos esta negociación queriendo ser constructivos, pero muy exigentes". Adelantó eso sí que se negarán a hablar del "reparto de los jueces" en el CGPJ y en el Constitucional.

En declaraciones a RNE, Calvo negó que haya "inquietud" en el seno del Ejecutivo de coalición por la negociación de los presupuestos pese a que existen "matices distintos" respecto a los partidos con los que deben sacarse adelante. Añadió que la "situación excepcional" de la pandemia ha "unido mucho" a las dos formaciones. Con la reunión de ayer de Sánchez e Iglesias, Podemos ha cambiado el paso respecto a la advertencia que lanzó el viernes su portavoz Isa Serra de que no apoyarían el acercamiento a C's, al tiempo que llamó a cerrar los ejes del proyecto con el PSOE antes de iniciar el diálogo con el resto de grupos.

ERC también se pronunció ayer, molesto por el hecho de que Carmen Calvo les sacara a relucir para justificar ante Podemos la apertura del diálogo a otros grupos. Su portavoz, Marta Vilalta, advirtió de que "si lo que quieren decidir ahora es el giro a la derecha y dejar de lado una posible mayoría progresista y de izquierdas y virar hacia políticas neoliberales, hacia recortes de derechos de la mano de C's o incluso intentando convencer al PP, que lo hagan, pero que no nos pongan de excusa a nosotros". Con las elecciones catalanas previstas para otoño, aunque aún sin fecha de convocatoria, se antoja complicado que ERC tienda la mano al gabinete de Sánchez. Vilalta insistió en la necesidad de que la vía de la negociación y del diálogo para la resolución del conflicto catalán "esté abierta", cuando ministros como la titular de Defensa, Margarita Robles, han afirmado en las últimas semanas que la mesa de negociación sobre Catalunya no es una prioridad frente a "la salud de los ciudadanos" y el "rebrote económico".

El PP remarcó ayer su posición y su portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida, afirmó que Pablo Casado no acudirá mañana a Moncloa para regalar "una foto", ni para dar un "cheque en blanco" al Gobierno, ya que no pueden apoyar los presupuestos para "blanquear" al Ejecutivo.

"No es cuestión de elegir un partido u otro, es una ley orgánica que necesita mayoría absoluta"

Vicepresidenta del Gobierno español

"Si lo que quieren ahora es girar a la derecha, que lo hagan pero que no nos pongan de excusa"

Portavoz de ERC