Si Quim Torra necesitaba una pista de aterrizaje para anunciar que no acudirá a la conferencia de presidentes autonómicos prevista para hoy en La Rioja, la ha encontrado en la negativa del Estado a que se haga por videoconferencia, y también en la presencia del rey español, Felipe VI, en el acto de apertura, que ha dado la puntilla a su decisión. El monarca estuvo desaparecido en las catorce reuniones por videoconferencia que se celebraron durante el estado de alarma, pero ahora recupera el protagonismo en la primera cita presencial desde 2017, como ya sucediera en otras citas en carne y hueso. Sin embargo, el recuerdo ya quedaba lejos. El president catalán se ha movido con mayor comodidad en unas citas sin su presencia, teniendo en cuenta que para el independentismo Felipe VI es una figura de infausto recuerdo por su mensaje tras el referéndum del 1 de octubre, donde no tuvo ningún recuerdo para los heridos por las cargas policiales ni abogó por el diálogo. Además, el retorno se produce en un momento de extremo deterioro de la imagen de la Casa Real por los negocios de su padre Juan Carlos I. El Gobierno español trata de levantar un cortafuegos para proteger a su hijo, que está protagonizando una gira por el Estado para agradecer los esfuerzos ante el coronavirus.

Torra, que ya había visto rechazada su petición de que la cita de presidentes fuera por videoconferencia debido a los rebrotes, ha comunicado ya por carta al presidente español, Pedro Sánchez, que no asistirá. Lo hace con esos dos argumentos: la presencia del rey y que no debe desplazarse por la peliaguda situación del virus en Catalunya. Además, invita a Sánchez a tratar el plan de reactivación de la Generalitat en una reunión “telemática de presidente a presidente” la próxima semana.

fondos

Sánchez quiere explicar el acuerdo con la Unión Europea, que supondrá que el Estado español reciba 140.000 millones. En teoría, ya lo explicó el miércoles en el Congreso de los Diputados, y lo único que cabría esperar es una concreción del reparto, pero no puede hacerse. Este dinero no se inyecta a los gobiernos autonómicos como tales en función de su población o su PIB, sino que Europa va a fiscalizar de manera rigurosa a qué proyectos económicos de destinan los fondos. No hay margen para la negociación política.

Torra comunica a Sánchez que, aunque el debate de los fondos es de su “interés”, la pandemia no “aconseja” desplazarse a La Rioja. “Creo que debo quedarme en Barcelona a causa de la situación muy complicada de la pandemia en Catalunya, que exige toda mi atención y dedicación. Ya sabe que vivimos días críticos y el primero que tiene que dar ejemplo de la restricción de movimientos que hemos pedido a la ciudadanía es el president”, zanja. Además, afea que “se utilice una cuestión tan importante y grave como la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus para implicar a la Casa Real”. “Los demócratas tenemos que exigir que se investigue a la monarquía por las informaciones publicadas”, en lugar de “limpiar su imagen”, dice.

“Se utiliza una cuestión tan grave como la crisis sanitaria para implicar a la Casa Real”

President de la Generalitat