El Gobierno español celebra el giro de Ciudadanos hacia la utilidad política durante la pandemia del coronavirus, aunque marca distancias con la formación naranja asegurando que "todo volverá a la diversidad ideológica" anterior una vez pase la crisis. Así lo aseguró la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien enmarcó el cambio del partido que preside Inés Arrimadas en la gravedad de la crisis sanitaria. "Pasar una crisis de estas nos cambia a todos. En lo personal no lo sé, pero en lo colectivo sí", reseñó la número dos del Ejecutivo de Pedro Sánchez. "En política, al igual que en la vida, se aprende. Ciudadanos tiene 10 escaños, sufrió un varapalo electoral impresionante, y ha decidido ser muy útil a un Gobierno de coalición", reseñó Calvo.

En este sentido, la dirigente socialista afirmó que si Ciudadanos "quiere ayudar" el Ejecutivo "tiene claro que cuanta más gente mejor". "No solo por ayudar a la aritmética parlamentaria, que va de propio, sino porque se necesita esa misma actitud por parte de todo el mundo, una actitud que Ciudadanos ha manifestado cuando nos ha ayudado a sacar adelante las prórrogas del decreto de alarma", valoró la vicepresidenta en declaraciones a Canal Sur. "Con quienes no nos vamos a sentar nunca nosotros es con los que desde la radicalidad absoluta, como Vox, han decidido volver a los viejos fantasmas de la peor política y la peor visión de la historia de España, ese es nuestro límite", recalcó, demandando al PP que "centre" su política y no se "arrastre" a la situación que "marca" la fuerza de ultraderecha.

De hecho, el Gobierno de Sánchez y el partido de Arrimadas pactaron ayer mismo estudiar las reformas que sean necesarias para mejorar el sistema de salud pública así como para establecer mecanismos que permitan al Estado español protegerse ante posibles rebrotes de la pandemia, sin necesidad de recurrir de nuevo a la alerta. Estos cambios, que se enmarcan en el giro centrista de la marca naranja para desmarcarse de PP y Vox, se analizarían en una comisión de evaluación con todas las fuerzas políticas que quieran participar en este proceso. En la cumbre mantenida ayer se revisaron los acuerdos alcanzados en las últimas semanas y se constató por ambas partes su cumplimiento, emplazándose a seguir manteniendo un diálogo constructivo, según el comunicado emitido posteriormente desde La Moncloa.

Por su parte, el dirigente de Ciudadanos y portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, afirmó tras reunirse con Calvo, que, aunque C's siga siendo "un partido de oposición", se mantendrán abiertos los canales de interlocución con el Ejecutivo para acordar medidas frente a la crisis del coronavirus y su impacto económico y social. Por ello, decidieron que habrá un nuevo encuentro en julio. Bal defendió la postura de la formación naranja y sus pactos con Pedro Sánchez porque su partido es, a su juicio, "responsable", hace "política útil" y "huye de la bronca, las trincheras y el guerracivilismo" que cree que se ha instalado en los debates en la Cámara baja, y espera que el Gobierno haga lo mismo y "se deje de debates ideológicos, sectarismo, dogmatismo y populismo". No obstante, el dirigente de C's precisó que ellos siguen siendo "un partido de oposición" y que no dejarán de denunciar los errores que cometa el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. "No somos socios de este Gobierno", que "nos parece malo para España", declaró Bal, añadiendo que, ante una nueva votación de investidura de Sánchez, una moción de censura o una cuestión de confianza, Ciudadanos volvería a oponerse a este Ejecutivo de coalición.

giro a la colaboración

Pero lo cierto es que la fotografía entre las dos delegaciones en La Moncloa supone la escenificación definitiva del giro de 180 grados del grupo naranja, que ha pasado de un enfrentamiento total con el Ejecutivo de Sánchez a una colaboración estrecha en todos los últimos decretos de alarma y también el de nueva normalidad aunque Bal negara que el partido haya cambiado su postura desde que lo lidera Inés Arrimadas. En cuanto a posibles contactos con miembros del Gobierno que pertenecen a Podemos, dijo que C's ya mantuvo un encuentro con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y su equipo, en la cual aceptaron muchas de sus propuestas, y que "esa puerta sigue abierta" de cara a negociar más medidas. "No vamos a tener ningún tipo de prejuicio a la hora de sentarnos" con ellos "si se trata de buscar soluciones razonables", agregó, destacando que Díaz rechazó públicamente la opción de derogar íntegramente la reforma laboral pese al acuerdo que su partido y el PSOE alcanzaron con EH Bildu.

Sobre la posibilidad de negociar los próximos Presupuestos Generales del Estado, el dirigente de Ciudadanos consideró que este asunto no se trató durante el encuentro en la Moncloa y que, según se ha publicado en prensa, el Gobierno se plantea no presentar este año unas nuevas Cuentas.

Al hilo de esto, Bal celebró que socios de investidura de Sánchez como ERC y PNV se pongan "muy nerviosos" ante los acuerdos entre el Gobierno y Ciudadanos. "Seguiremos reclamando que se respete la igualdad" de los españoles en todo el territorio nacional, que "no haya privilegios para los independentistas o los nacionalistas" y que "no haya hechos identitarios que hagan que determinados españoles se sientan mejores que otros". "Estas cosas les enfadan, y eso es que lo hacemos bien", argumentó.

En definitiva, Ciudadanos insiste en que no es un socio del Gobierno ni lo va a ser, lo que indica que sería muy complicado que entrara en un pacto de Presupuestos, pero la relación avanza y ha apostado claramente por influir en las decisiones del Ejecutivo de coalición alrededor de la pandemia en vez de mantenerse simplemente en la oposición frontal como Vox y el PP.

"Todo volverá a la diversidad ideológica aunque pasar una crisis así nos cambia a todos"

Vicepresidenta del Gobierno español

"No somos socios de este Gobierno que nos parece malo para España pero huimos de las trincheras"

Portavoz adjunto de Ciudadanos