- El Gobierno español estudia un posible endurecimiento de las medidas de confinamiento que obligarían a un mayor parón económico mediante una orden del Ministerio de Industria que restringiría actividades no esenciales. Se trata de una orden ministerial de ocho folios que, en caso de aplicarse, supondría, en la práctica, el cierre de parte de sectores hoy abiertos, entre ellas de la industria y construcción. Este extremo llegaría siempre bajo recomendación de las autoridades sanitarias, condición que ya trasladó el Ejecutivo vasco en el supuesto de tener que radicalizar el actual contexto del estado de alarma, que entra en una nueva fase con su ampliación hasta el 11 de abril. “Todos los ministerios estamos trabajando de forma anticipada si la autoridad sanitaria nos aconseja aumentar las medidas y planteándonos todos los escenarios”, reconoció ayer la portavoz del Gobierno de coalición, María Jesús Montero, tras el Consejo de Ministros. “La emergencia sanitaria es la prioridad y todos los servidores públicos debemos estar a su disposición. En el momento en que la autoridad crea conveniente medidas adicionales hay que estar listos para cumplirlas desde el minuto cero en que se puedan dictar”, anticipó.

Según fuentes del Gabinete de Pedro Sánchez, solo se mantendrían abiertos tres sectores de actividad: por un lado, cultivos, pesca, ganadería, agricultura y otras ramas del sector primario; por otro, textiles y ropa de trabajo, es decir, la que se orienta a la protección de los sanitarios; y en tercer término, la fabricación de productos químicos farmacéuticos o equipos que puedan servir para el suministro médico o terapéutico. En total, son 51 las excepciones que se contemplan dentro de un marco que afectaría posiblemente a la información periodística, y es que no pocas actividades tendrían que cerrar para limitar aún más el contacto en fábricas y lugares de trabajo. El plan de contingencia del Gobierno para la actividad económica contempla la capacidad de flexibilizar o endurecer todavía más esas condiciones con un párrafo final que dice literalmente: “Asimismo, se podrá añadir, modificar o suprimir alguna actividad a las enumeradas (…) en el anexo de esta orden”.

El borrador contendría también mayores limitaciones en la circulación de personas y vehículos. Interior ya ha publicado una orden en la que detalla qué transportes estarían autorizados a transitar por las carreteras en caso de que se endureciera el confinamiento. El texto final indica que “en el caso del cierre de las vías o restricción a la circulación de vehículos” quedarían exceptuados los que se destinan a la prestación de los siguientes servicios: transporte y asistencia sanitaria, pública o privada; los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Protección Civil, salvamento y extinción de incendios; los que lleven a personal de mantenimiento o técnicos de reparación de instalaciones o equipamientos sanitarios; los de distribución de medicamentos y material sanitario; los destinados a la distribución de alimentos; los de las Fuerzas Armadas; los de auxilio en carretera; los de conservación y mantenimiento de carreteras; los de recogida de basuras; el transporte de materiales fundentes para soldaduras; los de combustible; los de producción, comercialización, transformación y distribución de productos agrícolas, ganaderos y pesqueros; el transporte de mercancías perecederas; los de fabricación y distribución de productos de limpieza e higiene; los de la sociedad estatal de Correos; los fúnebres y los de las empresas de seguridad privada.

“Nuestras medidas son las más drásticas de las que se han implementado y ahora mismo las desarrolladas por España son que la gente no se mueva de su domicilio salvo para su actividad laboral, con las precauciones y salvedades que ha establecido la autoridad sanitaria. Y sabemos que esto altera la vida. Y somos un país y un Gobierno que llevamos las medidas a cabo y ahora toca aplicar con rigor las que ya se están desarrollando”, verbalizó Montero, que prefirió no adelantar acontecimientos pero dejando entrever que el endurecimiento está sobre la mesa. Dado que la situación de la pandemia es dinámica, cambiante y responde a situaciones distintas, se evaluará y monitorizará la evolución y las distintas “cuestiones a desarrollar” en función de lo que dicten los expertos profesionales, los sanitarios y los científicos. “Actuaremos en consecuencia”, insistió. “El único tratamiento que tenemos disponible es la disciplina del conjunto de ciudadanos”, proclamó la portavoz, que quiso calmar a la población ya que, a pesar de posibles nuevas limitaciones de circulación y actividad, todos los productos están “perfectamente abastecidos” en el mercado. En similares términos se pronunció el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, admitiendo que “la decisión no es obviamente” suya pero que “se está valorando la posibilidad de hacer algunas modificaciones sobre las recomendaciones o las medidas actuales” con el objetivo de dar el “último empujón que necesitamos para estabilizar la curva de esta pandemia y empezar claramente a descenderla”.

El debate sobre frenar aún más la actividad económica, en especial en sectores como la construcción, que tiene serias dificultades para garantizar las medidas de seguridad y la distancia entre los trabajadores, se ha vivido con intensidad dentro del Ejecutivo, presionado por Unidas Podemos y las fuerzas soberanistas. De hecho, el Govern ha mandado detener todas las obras públicas no esenciales. Cabe recordar que en el debate parlamentario, el portavoz de la fuerza morada, Pablo Echenique, instó a pensar “en mayores restricciones”. Gabriel Rufián, portavoz de ERC, fue más rotundo: “O paramos el país o nos quedamos sin país”. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se refirió específicamente a las obras. “No hay ninguna obligatoriedad de mantener las obras. Algunos ayuntamientos podrían suprimir algunos servicios no esenciales, como los de jardinería. El problema de las obras y la construcción es que tenemos que combatir la pandemia, pero también tener una cierta base económica que nos permita hacer frente a la cuestión sanitaria. No podemos destruir toda nuestra base económica”.

Presidentes autonómicos. Pedro Sánchez se verá por tercera vez mañana con los presidentes autonómicos mediante videoconferencia para reforzar la comunicación y la coordinación entre las distintas administraciones ante la actual emergencia sanitaria. El presidente de Aragón, Javier Lambán, planteará que se estudie la posibilidad de permitir que los niños puedan salir a pasear a la calle de forma ordenada, pero el ministro de Sanidad, Salvador Illa, le replicó ayer que los expertos recomiendan que “estén en casa”.

“Actuaremos desde el minuto cero en cuanto Sanidad vea conveniente medidas adicionales”

Portavoz del Gobierno español