bilbao - Un acto que tendría que haber sido meramente protocolario se convirtió ayer en una de las noticias de la jornada. Las Cortes españolas celebraron ayer la sesión solemne de apertura de la XIV legislatura, con el rey Felipe VI como maestro de ceremonias, y con todas las miradas puestas en cómo reaccionaba cada grupo a su presencia y qué aspavientos se realizaban ante su figura. En el caso vasco, EH Bildu había anunciado ya la semana pasada su intención de protagonizar un plante y escenificar nuevamente su unidad con los soberanistas catalanes y gallegos. EH Bildu, ERC, JxCat, CUP y BNG se ausentaron del pleno y leyeron una declaración conjunta para rechazar la figura del rey español, todo ello ante el "malestar" del PNV, que no fue tomado en cuenta ni fue invitado a firmar este manifiesto. Se enteró por los medios de comunicación.

Fuentes del partido jeltzale consultadas por DEIA no quisieron especular con la decisión que hubieran adoptado en el caso de haber sido consultados, ni avanzaron si hubieran firmado el documento. No obstante, la posición del PNV todos estos años en este trámite y en otros parecidos como la ronda de investidura con el rey ha sido siempre acudir por respeto institucional a pesar de la discrepancia. La situación que se generó ayer no fue plato de buen gusto para el PNV, porque su presencia en el acto podría interpretarse como un respaldo a la figura del rey o su protagonismo en el acto. Por ello, el PNV aclaró que su presencia no debe interpretarse como "aquiescencia".

En los escaños del Congreso se pudo ver a los portavoces del PNV en esa Cámara y en el Senado, Aitor Esteban y Jokin Bildarratz. También acudió Imanol Landa como miembro de la Mesa del Senado. Mientras el resto dedicaba una ovación al rey, los jeltzales permanecían en pie sin aplaudir, como esfinges, al igual que otros años. "Vamos los portavoces por cortesía y educación. Porque no pretendemos desairar a nadie. Pero es un acto innecesario que se construye más alrededor de la figura del rey que de la propia legislatura que comienza", explicaron desde el PNV, que consideró que el acto es "una reafirmación de las bases de un Estado que no reconoce la nación vasca". "Y no queremos que nuestra presencia sea interpretada como aquiescencia con el mismo", recalcaron. En cualquier caso, el brete fue mayor para Unidas Podemos, cuyos ministros, incluido Pablo Iglesias, sí aplaudieron la aparición del rey en su nuevo papel institucional y para ahorrar un incendio a Sánchez. Fue lo más comentado de la jornada.

Fuentes de EH Bildu consultadas por este periódico justificaron la ausencia de invitación al PNV en que el manifiesto de ayer era una iniciativa consensuada y trabajada por los firmantes de la Declaración de la Llotja de Mar, "acuerdo que el PNV no firmó en su día". Los jeltzales no se sumaron a ese documento, firmado en octubre, porque no le veían un carácter constructivo o propositivo. Desde EH Bildu añadieron que el PNV tiene las "puertas abiertas" para sumarse cuando quiera y participar así en el resto de dinámicas que se vayan sucediendo. En la práctica, el PNV queda excluido con este planteamiento, siempre y cuando no se sume a la Declaración de la Llotja, que ponía en duda la democracia española.

vínculos El PNV está alejado de la estrategia de Bildu, pero también de la cúpula de JxCat controlada por los fieles al expresident Puigdemont. A pesar de ello y de la ausencia de invitación en el acto de ayer, el PNV sí mantiene una interlocución estrecha con ERC y comparte su apuesta por dar una oportunidad al diálogo con Sánchez en esta legislatura. En ese contexto, Andoni Ortuzar relató en Radio Popular que, durante su visita a Oriol Junqueras en la cárcel, sondeó las opciones de "acompasar" la estrategia para que la legislatura "vaya bien". También se reunió con exconsellers de JxCat presos en Lledoners, y mantiene una relación estrecha con los referentes más pragmáticos del PDeCAT. El vínculo del PNV con el soberanismo catalán es histórico.

Los jeltzales no han ocultado sus recelos ante la estrategia de Bildu, que apuesta por retratarse como un partido con influencia, mientras que en el Parlamento Vasco se ha desmarcado de los consensos más relevantes, como el articulado del nuevo estatus de autogobierno y los Presupuestos.

La declaración firmada por EH Bildu con los soberanistas catalanes y gallegos, bajo el título No tenemos Rey. Democracia, libertad, repúblicas, defiende que "la sociedad catalana, vasca y gallega rechazan mayoritariamente la figura de una institución anacrónica heredera del franquismo que se sustenta en el objetivo de mantener e imponer la unidad de España y sus leyes, negando así los derechos civiles, políticos y nacionales que asisten a nuestras ciudadanías y nuestros pueblos". Negaron al rey cualquier legitimidad o función política, y recordaron su discurso del 3 de octubre, después del referéndum de independencia, donde no mostró ninguna empatía por los ciudadanos catalanes afectados por las cargas policiales y se interpretó que preparó el terreno para la suspensión del autogobierno. "El rey y la Monarquía deben dejar de ejercer su tutela sobre la ciudadanía y sobre los gobiernos y parlamentos que de la voluntad popular emanan", defendieron.

JxCat ha experimentado un viraje absoluto en este sentido, porque la antigua Convergència nunca se planteó un desmarque de estas características. La propia portavoz actual de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, acudía recientemente a la ronda de contactos del rey para la investidura. No obstante, con el acto de ayer, JxCat pretendía expresar su repulsa por el discurso del rey tras el referéndum de independencia, un discurso que considera autoritario.