A primera hora de aquel 17 de marzo, Gasteiz se despertaba con la noticia de un gran despliegue policial que concluía con ocho detenidos con cargos de cohecho, blanqueo de capitales y tráfico de influencias en una investigación abierta por el fiscal Josu Izaguirre e instruida por el juez Roberto Ramos, encargado de gestionar la causa hasta su final en 2015. Entre aquellos ocho detenidos, aparecía como el más destacado Alfredo de Miguel, en ese momento diputado foral de Administración Local y Equilibrio Territorial pero llamado a casi todo en aquel PNV alavés.

De Miguel se afilió joven al PNV y, de hecho, formó parte de la dirección de EGI. En 2000, todavía con el histórico burukide José María Gerenabarrena al frente del Araba Buru Batzar, De Miguel fue nombrado secretario de la Ejecutiva alavesa, puesto que seguiría ocupando con la llegada de Iñaki Gerenabarrena al frente del ABB y en el que adquirió un peso importante en el partido en el territorio alavés. Su faceta profesional en esta época transitó por algunas sociedades públicas como IKT -luego Hazi- o Sprilur.

Su salto a la esfera pública llegó en 2007. De la mano de Xabier Agirre, y tras un complejo proceso de negociaciones, el PNV recuperaba en julio de 2007 la Diputación alavesa tras dos legislaturas en manos del PP. En aquel Ejecutivo foral, De Miguel entró como diputado de Admnistración Local y Equilibrio Territorial, abandonando entonces sus funciones orgánicas dentro del partido. En esta época fue nombrado también vicepresidente segundo en Caja Vital.

Su nombre, tanto en su época de número dos del ABB como en su tiempo como diputado foral, no aparecía en la primera línea de la escena política del territorio, sino más bien alejado del centro del foco público, aunque se le consideraba un dirigente siempre bien posicionado en los aledaños de esa primera línea más expuesta públicamente. Hasta el 17 de marzo de 2010. Su detención en un primer momento apareció asociada a una sociedad, Kataia Consulting, que montó en 2005 con otros dos dirigentes jeltzales -Koldo Ochandiano y Aitor Telleria-, junto a sus respectivas esposas. De Miguel dimitió al día siguiente como diputado y vicepresidente segundo de Caja Vital, pero el terremoto político para el que fuera su partido ha sido largo.