Bilbao - A pesar de que los últimos sondeos no le deparan un gran triunfo y de que la precampaña no está yendo por los cauces planeados al convocar elecciones, Pedro Sánchez sigue mostrándose optimista respecto a que el 10-N acabe con el bloqueo político casi crónico en el Estado. Así, el presidente en funciones dice tener un plan que expondrá al resto de partidos, consistente en un compromiso para la formación de un nuevo Gobierno para el mes de diciembre, que pueda tramitar unos Presupuestos a principios del año que viene.

En una entrevista en Telecinco, Sánchez llamó a acortar los plazos para negociar un Ejecutivo tras los comicios de noviembre. Cree que deben suspenderse las vacaciones navideñas y habilitar los meses de diciembre y enero para que haya un gabinete que pueda presentar un techo de gasto “a principios de enero” como paso previo a elaborar unas Cuentas que deberían aprobarse “cuanto antes”. El líder del PSOE revelará este domingo su calendario y trasladará al resto de formaciones una propuesta de fechas, contenidos y políticas para agilizar la gobernabilidad en el Estado. En esa línea, explicó que su intención es liderar un Gobierno progresista que cuente con estabilidad para poder aprobar sin mayor dilación una serie de medidas y normas.

Sin embargo, parece difícil que los anhelos de Pedro Sánchez puedan cumplirse en los plazos que maneja, ya que todo apunta a que tras la repetición electoral el escenario volverá a ser similar al de abril y requerirá de complejos acuerdos a varias bandas para que la legislatura pueda arrancar. Fue el propio Sánchez además el que optó por dilatar los plazos en verano y finalmente convocar elecciones, en lugar de centrar todos los esfuerzos en la formación de un Ejecutivo.

Sánchez también aprovechó su intervención televisiva para cargar contra sus antiguos socios de Unidas Podemos, que en julio le pusieron “cuesta arriba” la opción de revalidar la presidencia del Gobierno español. Cree que los de Pablo Iglesias tienen una forma “curiosa” de buscar aliados, ya que a su juicio han criticado continuamente al PSOE y votado hasta en cuatro ocasiones en contra de un Ejecutivo de progreso.

En esa misma línea, el secretario general socialista asegura que nunca ha dicho no a “compartir el poder”, pero siempre con ciertas premisas. Para que un Gobierno de coalición se haga realidad en el Estado, ve necesario que sea un gabinete que “funcione” y no se paralice por sus propias contradicciones. Asimismo, cree que la estabilidad pasa por no tener que depender del respaldo de los partidos independentistas en el Congreso.

“broma de mal gusto” Por su parte, el líder del PP Pablo Casado opinó que el plan de los socialistas es una “broma de mal gusto”, ya que Sánchez es “sinónimo” de bloqueo. “Habla de desbloqueo la persona que ha bloqueado España durante cuatro meses pudiendo pactar con cuatro partidos”, argumentó.

En términos similares se expresó el PNV, cuyo portavoz Aitor Esteban recriminó al líder socialista que le entren prisas por formar Gobierno cuando podría estar en La Moncloa con plenos poderes desde el pasado mes de julio. “Dice que hay que darse prisa, ¿es que no había prisa antes?”, ironizó Esteban.