bilbao - El cortejo presupuestario entre el Gobierno vasco y Elkarrekin Podemos es una realidad. El propio lehendakari ha entrado en escena en las últimas horas con un pronunciamiento en el pleno de política general que tuvo lugar el viernes en el Parlamento Vasco, en el que pudo leerse entre líneas un gesto hacia la bancada de Lander Martínez. En concreto, cuando Iñigo Urkullu detalló las diez “prioridades” que recogerán las Cuentas para el próximo año, anunció dos actuaciones que conectan con las exigencias de Podemos, como los “programas de innovación especialmente relacionados con la transición energética y el cambio climático”, y “zonas de actuación preferente para su reactivación económica y social”. No son retos nuevos que el Gobierno vasco no esté abordando ya, pero el clima y la brecha territorial son los dos asuntos que Podemos había pedido que tuvieran una mayor y más clara incidencia en los Presupuestos del consejero Azpiazu. Lo pidió de manera expresa en los primeros contactos antes de las vacaciones.

Este escenario se abre en paralelo al desmarque cada vez más definitivo e irreversible del PP, que ha cerrado la puerta al acuerdo. Los guiños a Podemos pueden contentar también a EH Bildu pero, por ahora, el cortejo y el cambio de tono se está produciendo en la bancada morada, que interpreta que los gestos se dirigen a su grupo y no a otro. Todo queda pendiente de que ambas partes bajen a las cifras concretas. Se trabaja con la previsión de que el 11 de octubre se celebre el Consejo Vasco de Finanzas para conocer los datos de recaudación y elaborar el proyecto. El Gobierno vasco evita decantarse en un momento tan preliminar, sin haber cotejado cifras con Podemos. Y no pierde de vista que las elecciones generales del 10 de noviembre pueden alterar los discursos.

Urkullu no prometió nada que no aparezca ya en su programa ni en su lista de retos. El reto del clima no es nuevo porque ya aprobó antes de las vacaciones una declaración de emergencia climática y elevó el rango de ese debate al considerarlo un objetivo central para el país. El viernes lo situó en lo más alto del ranking, en el segundo puesto en una lista de diez objetivos presupuestarios. En cuanto a la creación de “zonas de actuación preferente”, es otra forma de referirse a la brecha entre territorios o entre localidades en materia de empleo e ingresos, un asunto que Martínez quería priorizar. Urkullu lo citó el tercero en la lista, demostrando que a él también le preocupa. Mencionó, además, varios puntos relacionados con la igualdad de la mujer, su salario y su acceso a la industria, ya perfilados hace meses cuando se anunció que las Cuentas tendrían una innovadora perspectiva en ese sentido. Después de su intervención, Martínez se anotó como mérito suyo que el lehendakari se fije como prioridad el clima, la cohesión social, la atención a la migración y la igualdad. Lo dijo desde la primera línea de su intervención.

La diferencia con el tono del PP fue abismal: Alfonso Alonso dedicó sus primeras líneas prácticamente a asegurar que el discurso del lehendakari lo estaba aburriendo. El tono y el contenido disgustaron mucho en el departamento de Hacienda de Pedro Azpiazu. “El PP se autodescartó”, consideran fuentes de la consejería consultadas por DEIA. Las mismas fuentes ponen en valor que las directrices que presentó el consejero a Podemos en verano ya sonaron bien a Martínez, y ahora este buen tono se consolida. Pero de momento no hay cifras y, por tanto, nadie lanza las campanas al vuelo. “Podemos nos pide números, y en eso estamos”, dicen. No se han retomado las reuniones, a la espera del Consejo Vasco de Finanzas. “Estamos cerrando internamente el proyecto con los departamentos. Necesitamos el dato fiscal para hacer la previsión para el año que viene”, aclaran. También matizan que el Gobierno vasco va a explorar el acuerdo con los tres partidos de la oposición, pero ponen en duda que el PP llegue a querer, incluso, celebrar una reunión.

matices En Lehendakaritza avisan de que es imposible saber cuál será el discurso de Podemos tras las generales. Por lo tanto, no quieren decir que Urkullu buscó un guiño deliberado. Solo admiten que “podría haber mencionado otras actuaciones prioritarias, y mencionó puntos que tienen mucho que ver con las propuestas de Podemos”. El proyecto se presentará en Consejo de Gobierno el 22 de octubre, y en diciembre se votarán las enmiendas a la totalidad. El PSE, socio del PNV en el Ejecutivo, se ha mostrado más distante con Podemos, que le disputa parte del electorado. Algunas voces socialistas han contribuido en público a alimentar un adelanto de las autonómicas que Urkullu no contempla aún.

El secretario de Comunicación de Podemos Euskadi, Andeka Larrea, por su parte, opinó en una rueda de prensa en Bilbao que es compatible “una oposición severa y exigente”, y llegar a un acuerdo presupuestario si el Gobierno vasco “concreta en números” las directrices.