ZARAUTZ. Ortuzar ha abierto el curso político del PNV con una intervención en el tradicional mitin que los jeltzales celebran en Zarautz el último viernes de agosto, que ha aprovechado para expresar su malestar con los socialistas, quienes "desde el 2 de agosto dijeron que iban a llamar" al PNV para negociar la investidura de Pedro Sánchez y "hasta hoy, ni una llamada".

Al mitin han asistido un nutrido grupo de militantes del PNV y cargos orgánicos y públicos como el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, así como el líder del PNV de Gipuzkoa, Joseba Egibar, quien ha abierto el acto político.

En su intervención, Ortuzar ha lamentado que durante todo agosto se ha "enterado por los periódicos" de posibles visitas de los socialistas, "el día 19 primero, luego antes del G-7, después del G-7, que si la primera semana de septiembre... y el teléfono sin sonar".

"Curiosa manera de entablar una negociación que nos lleve a votar 'sí' en la investidura", ha apostillado el líder nacionalista, quien ha censurado que ayer se enteró, por los medios de comunicación, de que la nueva fecha de reunión será el próximo miércoles, cuando el PSOE presentará a los jeltzales "un paquete de 300 medidas que van a dar a conocer públicamente un día antes".

"¿No sería mejor que, antes de presentar nada públicamente, nos preguntaran a los que tenemos que darles el 'sí' qué es lo que pensamos y qué tipo de acuerdos nos gustarían para hacer posible la investidura?", se ha preguntado Ortuzar, quien ha sostenido que esta forma de actuar de los socialistas "se parece más a un trágala".

"Te guste o no te guste, te lo comes con patatas y, si no, tú tendrás la culpa de que haya que ir a nuevas elecciones", ha lamentado el líder jeltzale, quien se ha mostrado dispuesto a reunirse con el PSOE, pero para acometer una "negociación seria, discreta, respetuosa con el de enfrente".

Ha advertido de que tras la investidura habrá que llegar a más acuerdos que exigirán mayorías "que sólo pueden salir de donde pueden salir", a no ser, ha alertado, "que alguien esté pensando en sacar la investidura ahora con fórceps y luego gobernar, a lo mejor, con el apoyo más o menos explícito de Ciudadanos, el de los líderes "mudos" de este verano".

En su opinión, repetir las elecciones para "sacar una docena más de diputados" sería una "irresponsabilidad total", aunque ha aclarado que el PNV no "teme" a unos nuevos comicios, pero no los desea porque "seguramente complicarían aún más las cosas de lo que están ahora".

"En fin, si llaman, iremos a la reunión. Pero todo esto nos parece poco serio", ha abundado Ortuzar, quien ha sostenido que el PNV no pondrá "condiciones imposibles" y ha pedido al resto de fuerzas implicadas que "tampoco las pongan".

Se ha referido también a la próxima negociación de los presupuestos vascos, que representa una "prueba exigente" para el ejecutivo autonómico y para el propio PNV, aunque también para las formaciones de la oposición, a las que ha advertido de que "el momento de marear la perdiz ha pasado ya" y "ahora toca posicionarse".

Ha "tendido la mano" de PNV para "llegar a acuerdos en favor del país y de la ciudadanía" y ha invitado a los partidos vascos a "no contagiarse de las malas artes políticas que tanto criticamos de Madrid".

Ortuzar ha arremetido también contra la izquierda abertzale, capaz de organizar actos contra el G-7 al que había sido invitado Pedro Sánchez y apostar públicamente por un gobierno del PSOE y Podemos, lo que ha tachado de "incoherente".

Ha acusado a EH Bildu de "vender humo" porque el "cambio que dicen estar haciendo es pura fachada", ya que bajo los "trajes" con los que se visten está "la izquierda abertzale de siempre", como "en los años de plomo".