EL pasado mes de junio la Universidad de Deusto publicaba la decimosegunda entrega del Deustobarómetro Social en el que se señalaba que la inseguridad ciudadana se ha convertido en el cuarto problema de Euskadi por detrás del paro, las pensiones y las malas condiciones laborales. Asimismo, la infracciones penales contabilizadas por la Ertzaintza se elevaron a 44.814 en el primer semestre de este año, lo que supone un aumento del 6,76% respecto a los mismos meses de 2018. Los asesinatos consumados, un total de 7 de enero a junio, experimentaron un aumento del 40%, mientras que las agresiones sexuales bajaron un 6,58%. Estos datos se recogen en la estadística del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco. Por Territorios, las infracciones penales crecieron, sobre todo, en Gipuzkoa, un 7,92% (11.881), mientras que en Bizkaia fueron 26.601 (+6,69%) y en Araba 6.332 (+4,97%). A lo largo del primer semestre del año la Ertzain- tza ha llevado a cabo 2.772 detenciones, tanto por las infracciones penales como por requisitorias judiciales, así como 11.702 investigaciones.

Por otro lado, las mujeres víctimas de violencia en Euskadi se elevaron a 2.207, lo que supone un aumento del 0,55% y el número de delitos cometidos contra esas mujeres fueron 2.597, un 0,54% menos que en el mismo periodo de 2018. De las 2.207 mujeres víctimas, 1.612 fueron por violencia ejercida por su pareja o expareja, 441 por otro familiar y 154 fueron víctimas de violencia contra la libertad sexual.

Así, y pese a la percepción de que en Euskadi está creciendo este tipo de delitos, la consejera de Seguridad del Gobierno vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, aseguraba esta misma semana que no se puede hablar de “repunte” de agresiones sexistas durante las fiestas, porque hay “datos similares” a los del pasado año, aunque todavía “falta una parte importante” de periodo festivo.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Beltrán de Heredia indicaba que, si se comparan los datos del primer semestre con los del mismo periodo de 2018, en lo que se refiere a agresiones sexuales, “ha habido precisamente un descenso en cuanto a las denuncias”. En lo que se refiere a la época festiva, aseguró que “estamos en datos similares respecto al año anterior”, aunque no ha concluido el periodo festivo.

Según los expertos consultados por DEIA, las ciudades y municipios de Euskadi son seguros. Martín Ibabe, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Donostia; Asier Erkoreka, presidente de la Asociación de Jefes de Policía Local de Euskadi (Ajeple) y jefe de la Policía Local de Mungia; y José Luis Ahedo, psicólogo y exsecretario de la Comisión de Emergencias del COP Bizkaia, creen que Euskadi mantiene un alto nivel de seguridad.

Martin Ibabe se remite a las estadísticas. “No hay nada como comparar las estadísticas. Las estadísticas de las ciudades y municipios vascos, en comparación con otros municipios y ciudades, en la mayoría de los casos tienen el índice de la tipología de delitos muy por debajo. Las capitales vascas, en general, destacan en seguridad porque están en los primeros puestos”, afirma. En similares términos se manifiesta Asier Erkoreka, presidente de la Asociación de jefes de la Policía Local (Ajeple) y máximo responsable de los agentes de la localidad vizcaina de Mungia. “Entendemos que nuestras capitales y pueblos son seguros, lo que no es óbice para decir que la delincuencia cero no existe. Hay hechos delictivos y ahí están las estadísticas, incluso hechos luctuosos, pero de ahí a decir que nuestras capitales y pueblos no son seguros, hay diferencia”, asegura.

Si dos voces autorizadas como Ibabe y Erkoreka coinciden en señalar que las ciudades son seguras, ¿por qué la inseguridad se convierte en uno de los principales problemas? José Luis Ahedo es psicólogo, además de policía local y haber cursado estudios de criminología. A su entender, el ciudadano no solo tiene derecho a estar seguro, también tiene derecho a sentirse seguro. “La ciudadanía tiene derecho a que la percepción que tiene sobre la seguridad sea positiva”, considera.

Percepción de seguridad

Por lo tanto, resulta primordial que la seguridad esté acompañada de una percepción que transmita tranquilidad a la ciudadanía. “La percepción de seguridad es una cuestión muy importante porque fundamentalmente está basada en la presencia, en todo el trabajo preventivo que hay que desarrollar”, asegura Ibabe. Por su parte, Erkoreka entiende que se exija seguridad a la Administración: “Es legítimo que se exija a las admnistraciones, en este caso tanto a la Ertzaintza como a las policías locales, cotas de seguridad más altas. Nos tienen que exigir una mayor seguridad e implicación, algo que por otro lado venimos haciendo desde siempre”.

Ibabe asegura, además, que “es un trabajo que no es tangible, en muchas ocasiones no eres capaz de medir qué has podido evitar, pero sabes que al final de los resultados al incidir con más presencia policial en determinadas zonas en las que tienes algún problema concreto ese aumento de presencia policial generalmente lleva aparejado una reducción de esa tipología delictiva concreta en una determinada zona”. Por todo ello, el concejal donostiarra insiste en que “la percepción de seguridad que se tiene es muy importante, tan importante en muchos casos como la propia seguridad. En definitiva, lo definiría en muchos casos como, el trabajo previo a tener un buena seguridad ciudadana”.

Otra cuestión en la que coinciden los expertos consultados por DEIA es en la importancia que han adquirido las redes sociales, y no en todos los casos en una variante positiva. Ahedo afirma que las redes sociales tienen su parte negativa y positiva. “Enseguida se magnifican las cosas que se transmiten con inmediatez. Eso lo que hace es que muchas veces se piense que no se está tan seguro como sucede en realidad”, asegura. Por su parte, Asier Erkoreka incide en el hecho de que ahora no hay excesivos filtros al lanzar noticias por la redes: “Estamos en la época de la comunicación inmediata e instantánea. Eso que antes lo hacían los periodistas, tras contrastar los datos, ahora lo hace gente normal con un teléfono móvil, pero sin ningún tipo de filtro y sin contrastarlo. Se publica una imagen y de esa imagen salen miles de opiniones”.

Libertad y seguridad

Cuando se habla de seguridad un viejo debate es hasta dónde está dispuesto el ciudadano a sacrificar cotas de su libertad para ganar en seguridad. Más presencia policial en las calles podría ser un elemento clave para garantizar la seguridad, aunque Ahedo considera que no es la solución mágica. “La presencia policial da seguridad, pero siendo sinceros, creo que esa no es la solución total. Lo que significa que es una medida disuasoria. Si ven un uniforme no actúan, pero no es una medida preventiva, ya que actúan en otro sitio donde no haya uniformes”, señala.

A juicio de Martin Ibabe, libertad y seguridad son dos conceptos que van unidos puesto que no se puede entender uno sin el otro y viceversa. Aún así, el concejal donostiarra entiende que en algunos casos los elementos disuasorios o tecnológicos que controlan determinadas áreas hacen que la gente pueda entender que su libertad está cortada. “Es algo que entendemos los responsables de seguridad, pero también entendemos que al ciudadano de bien y al que no tiene nada que temer, esos elementos tecnológicos lo que le aportan precisamente es mayor seguridad”, afirma para apostillar que “la seguridad lo que le aporta al individuo es libertad”.

Asier Erkoreka, como policía local, señala que no se debe renunciar a la libertad. “Tenemos un sistema democrático en el que uno de los principales activos es la libertad. Si se coarta la libertad, sería un error. Hay mecanismos para afrontar los hechos delictivos sin necesidad de ver mermada nuestra libertad. La seguridad a veces causa algo de molestias, pero no puede ir en contra de la libertad”, asegura.

Queda una cuestión, saber cómo afrontan los políticos el problema de la inseguridad. En campaña electoral, y este año se han vivido dos de forma continua (abril y mayo), son muchos los partidos que hacen bandera de la seguridad, especialmente para atacar a las formaciones que tienen la responsabilidad de gobierno. Martín Ibabe, en su calidad de político, y además como concejal -quien está más cercano de la ciudadanía- asegura que la seguridad es una de las responsabilidades que les toca asumir. Eso sí, considera que es un tema del que no hay que hacer dramas. Además, cree que es una cuestión de un servicio público hacia la ciudadanía que debe estar al margen de campañas políticas o de partidos o de colores. “Es una cuestión de un servicio público hacia la ciudadanía. Un servicio público que además garantiza que otros servicios públicos, como por ejemplo eventos deportivos o culturales o musicales, que se otorgan a la ciudadanía se puedan dar en condiciones, porque si no todo se convertiría en una especie de jungla”.

Asier Erkoreka, por su parte, es consciente de que en las agendas de todos los partidos políticos, y más en campañas electorales, está el tema de la seguridad. Por eso, considera que lo que deben los partidos que han propuesto muchas cosas es poner en marcha todo lo que han prometido, “y quien quiera hacer trampas o sacar rédito de todo ello, flaco favor se va a hacer”.