madrid - El PSOE pidió nuevamente a los partidos de derechas que se abstengan para facilitar un Gobierno de Pedro Sánchez que no dependa del independentismo, y sugirió que son ellos, y en concreto el PP, quienes quieren una repetición electoral. Las elecciones son “una opción que al parecer le gusta a la derecha, a juzgar por las declaraciones que realizan sus portavoces”, consideró la ministra portavoz del Gobierno español en funciones, Isabel Celaá, refiriéndose a las palabras de la portavoz parlamentaria popular Cayetana Álvarez de Toledo, quien afirmó que prefiere las urnas a un gobierno apoyado por “presuntos delincuentes y filoterroristas”.

Según Celaá, lo que debería llevar al PP a la abstención es “exactamente lo mismo” que llevó al PSOE a abstenerse en 2016 para que gobernase Mariano Rajoy: “No ofrecieron nada, solo pidieron responsabilidad, y con esa responsabilidad, el PSOE con gran esfuerzo y gran sufrimiento interno se abstuvo por respeto institucional”, señaló la dirigente socialista, quien rechazó de plano la tesis de que el PP pueda no querer facilitar un Gobierno que posteriormente indulte a los políticos independentistas si son condenados por intentar la independencia de Catalunya. “Son especulaciones, no hay ninguna sentencia, eso son excusas de mal pagador. Pedimos lo mismo que se nos pidió e hicimos por proteger la institución”, zanjó.

Fuentes socialistas filtraron, además, que Sánchez no contempla ser investido este mes de agosto ni intentarlo siquiera. Mira ya a septiembre. Celaá puso en valor la posición del partido frente a Rajoy, al margen de “soluciones respetables pero individuales”, y no quiso valorar si Sánchez se arrepiente de su actitud de entonces. El líder del PSOE se encuentra ahora trabajando “denodadamente” en conseguir la confianza de los colectivos sociales para presionar a Podemos y convencerle de las bondades de un Ejecutivo a la portuguesa. El objetivo es ver si de esa forma se halla un “espacio común y compartido”. El martes les tocará el turno a las organizaciones ecologistas.

Crítica a Iglesias

Según su análisis, en el fracaso para un Gobierno de coalición lo que pasó fue que se “socavó la confianza” entre los dos partidos, pero porque había dos ideas contrapuestas: los que pensaban que podía haber dos gobiernos en uno, como Podemos, y el PSOE, que quería un “gobierno cohesionado, fuerte, sostenible y solvente”. “El Gobierno de coalición no pudo ser”, dijo Celaá, preguntada por si esa opción estaba descartada, pero el PSOE sigue “trabajando por construir” con Unidas Podemos. “Seguimos queriendo compartir con ellos un Gobierno progresista, de futuro que, efectivamente, con sus tintes diferentes, pueda avanzar y es por ello por lo cual hemos puesto otra fórmula sobre la mesa”, explicó.

Con todo, ni Celaá ni tampoco la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, precisaron hasta qué punto está el PSOE dispuesto a modificar su programa electoral, por ejemplo para corregir la reforma laboral del PP como previsiblemente reclamarán los sindicatos. “No tenemos tiempo que perder”, avisó Calviño, y no poder aprobar medidas tiene “un coste que es especialmente lamentable en este momento de incertidumbre”, especialmente ante el Brexit. Con un gobierno con plenos poderes, remarcó, “las perspectivas económicas serían más positivas”. - E. P.