bilbao - Pablo Casado le está cogiendo gusto a dejarse ver por Nafarroa. Por sorpresa y sin la deferencia ni la cortesía de anunciar su visita y saludar al recién elegido presidente del Parlamento navarro, el líder del PP se presentó en la Cámara navarra para mantener un encuentro con su homólogo de UPN, Javier Esparza, y departir sobre la investidura del próximo presidente del Gobierno navarro. El dirigente popular arremetió contra el PSN por la designación de Unai Hualde como presidente del Parlamento y tildó de “inmoral” el ejecutivo que previsiblemente va a negociar la socialista María Chivite apoyándose en la abstención de EH Bildu.

Nafarroa sigue siendo el laboratorio de ensayo para los partidos del Estado español, tengan su sede en Ferraz, en Génova o en la calle Alcalá. Ahora que parece que el PSN puede evitar el regreso de UPN a la presidencia de la Comunidad foral, Casado intentó ayer a la desesperada demonizar a los socialistas por la posible intención de estos de aceptar la abstención de EH Bildu en la investidura de Chivite. Una abstención que la coalición abertzale aún no ha anunciado y que se da por hecha tras su entrada en la Mesa del Parlamento, pero que en cualquier caso el PSN no piensa buscarla a través de una negociación con Bildu.

Una vez más Casado volvió a vincular la formación del próximo Gobierno navarro con la investidura de Pedro Sánchez, precisamente lo que ha criticado con dureza cuando otros partidos parecía que podían estar haciendo algo similar. El presidente del PP propuso al líder del PSOE “olvidar” lo ocurrido en la constitución de la Mesa del Parlamento navarro y le emplazó a buscar la conformación del Gobierno en España y en la Comunidad foral mediante un acuerdo con Navarra Suma, coalición integrada por UPN, PP y Ciudadanos. Dicho esto, advirtió al jefe del Ejecutivo en funciones de que no puede “comprar” un gobierno “vendiendo Navarra” dejando que decidan “los herederos de ETA”, en referencia a EH Bildu.

Casado aseguró que “claramente” el miércoles “se llegó a un acuerdo entre el Partido Socialista y Bildu para la Mesa del Parlamento de Nafarroa que puede tener un segundo capítulo, que es la gobernabilidad en la Comunidad foral. Sin embargo, insistió en que aún puede impedirse.

Así, señaló que, además de la reunión con Javier Esparza, también ha hablado con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. “Aquí tiene un partido foral, constitucionalista (Navarra Suma) que defiende el progreso en Navarra y la unidad nacional para llegar a un acuerdo de investidura en la Comunidad foral y aquí tiene una vía también para intentar llegar al Gobierno de España sin tener que apoyarse en los independentistas y en los batasunos”, proclamó.

También criticó la “falsa equidistancia” entre otros partidos y Bildu”. “A nosotros no nos gusta Podemos, pero no han sido herederos de partidos criminales en cuanto a su brazo político, y hay algunos a los que puede que no les guste Vox, pero a lo mejor olvidan que en Vox está Ortega Lara, no está Josu Ternera”, apostilló.