GASTEIZ. A la investidura han optado en el pleno tanto Urtaran como la portavoz de EH Bildu, Miren Larrion, que ha presentado una candidatura alternativa a los nacionalistas, pero que solo ha obtenido el apoyo de los 6 ediles de su grupo frente a los 13 (7 del PNV y 6 del PSE) de Urtaran, mientras el PP y Elkarrekin Podemos han votado en blanco.

El proceso de elección de los alcaldes contempla una única votación, en la que el candidato debe obtener la mayoría de los votos (en el caso de Gasteiz, 14). Si no se logra este apoyo, la Alcaldía pasa directamente a manos de la lista más votada en los comicios del 26 de mayo, que en este caso fue la del PNV.

Eso ha permitido que Urtaran revalide el puesto en un pleno sin sorpresas, muy diferente al de 2015, cuando el PNV, con 5 ediles y como tercera fuerza del Ayuntamiento, contó con el apoyo de EH Bildu, Podemos e Irabazi para desbancar a Javier Maroto (PP), que tenía 9 escaños, en rechazo a su polémico discurso sobre las ayudas sociales.

Los cuatro años de gestión de la pasada legislatura permitieron que en los pasados comicios municipales el PNV pasara de ser la tercera fuerza a ser la lista más votada con 7 concejales; seguido del PSE con 6 (subió 2 respecto a 2015) y de EH Bildu, también con 6; mientras que el PP perdió 4 escaños para conservar solo 5, y la coalición de Elkarrekin Podemos mantuvo sus 3 representantes.

Así, la nueva composición del pleno municipal ha permitido que Urtaran mantenga la Alcaldía y se apoye en el PSE (con quien ha compartido gobierno de coalición en Gasteiz en los 3 últimos años) en virtud del pacto de gobernabilidad firmado por ambas formaciones en Euskadi, por lo que el siguiente paso será configurar el esquema de gobierno.

En la anterior legislatura Urtaran ya gobernó en minoría, el primer año en solitario y después con el PSE, que no le apoyó en la investidura del 2015 a pesar de existir un pacto entre las formaciones, que los socialistas consideraron roto al perder la alcaldía de Andoain por el voto en blanco de un edil del PNV.

Durante la primera etapa se apoyó en EH Bildu, Podemos e Irabazi para sacar adelante los presupuestos y sellar algunos pactos, pero en los dos últimos años la falta de apoyos de los grupos de la oposición llevaron a Gasteiz a la prórroga presupuestaria y provocaron el bloqueo de algunas iniciativas.

En el transcurso de la investidura un centenar de integrantes de la plataforma Pentsionistak Araba se ha concentrado frente al Ayuntamiento para defender sus reivindicaciones, y han pedido a la nueva corporación que las atienda.