bilbao - El PSE ha concretado a qué se refiere cuando pide un colchón de estabilidad al PNV para dar el salto y disputar las alcaldías de Andoain y Pasaia a la izquierda abertzale, que fue el partido más votado. Los socialistas, según Efe, piden un gobierno de coalición, la forma más íntima de convivencia que se puede dar entre dos partidos. La formación de Idoia Mendia fundamenta su petición en que teme que la legislatura se le haga cuesta arriba si no amarra un apoyo estrecho en el PNV. El preacuerdo que han suscrito las ejecutivas ya presupone un mínimo de estabilidad porque ninguno de los dos puede presentar mociones de censura o reprobaciones, y se deben negociar los Presupuestos. El pacto, no obstante, no obliga a asumir ninguna fórmula concreta de gobierno en los municipios.

El PNV tendrá que apoyar a las candidatas socialistas si se presentan en los dos municipios, pero primero el PSE deberá decidir si da el paso, y es su potestad. En Andoain, el PSE dice que no se fía porque en 2015 falló el pacto entre los socios en ese municipio, cuando un independiente que concurrió en la lista jeltzale no apoyó la candidatura socialista. En Pasaia, han gobernado en coalición pero ahora hay resistencias para repetir.

Por otro lado, los socialistas están manteniendo el pulso al PNV a cuenta de su presencia numérica y cualitativa en los gobiernos de las diputaciones, donde han acordado que se mantengan los gabinetes de coalición. La idea de ampliar el número de carteras para contentar a todos y que los socialistas no pierdan peso ante la fortaleza electoral del PNV no parece fácil de materializar, porque supondría modificar los Presupuestos forales, y el silencio jeltzale en público a este respecto parece indicar que, aunque sea una alternativa, no es la solución más sencilla. Se espera que tome velocidad el acuerdo a partir del lunes, cuando se constituyan las Juntas de Bizkaia. Además, el PSE tiene que someter a consulta hoy entre su militancia el preacuerdo con el PNV, y antes de ese hito es poco estético que se anuncie ningún reparto de carteras. En Bizkaia, el PNV se ha quedado a un juntero de la mayoría absoluta, y en Gipuzkoa ha subido dos, mientras el PSE se ha quedado igual. Son los dos puntos calientes.

En la actualidad, el PNV tiene seis carteras en Bizkaia, frente a las dos que tiene el PSE. En Gipuzkoa, tienen cinco y tres, respectivamente. La líder del PSE, Idoia Mendia, pidió en Radio Euskadi no hacer una lectura estrictamente numérica, sino de convivencia y estabilidad. “Los ciclos electorales son cambiantes”, dijo.

coalición para presentarse Mendia alentó de alguna manera también la posibilidad de que su partido se presente en Andoain y Pasaia, aunque la decisión “corresponde a las ejecutivas locales”. En cualquier caso, puso en valor que, en virtud del entendimiento con el PNV, los jeltzales apoyarían las candidaturas y “recuperaremos las alcaldías”. El PNV ha visto con total naturalidad desde la noche electoral la posibilidad de que ellos y sus socios se presenten para disputar alcaldías a otros partidos. Ya se venía de un acuerdo similar en 2015, y es una práctica muy habitual que secundan otros partidos y veían venir en Bildu. Pero el PSE pide una coalición.

La coalición abertzale y Elkarrekin Podemos han sido los primeros en posicionarse para desalojar al PNV de alcaldías como la de Durango. Ayer, incluso, EH Bildu trató de presionar al PSE para que rompa con los jeltzales, no apoye su candidatura, y no les permita seguir en Alonsotegi, donde la coalición abertzale se hizo con la victoria frente al PNV aunque empataron a cinco escaños. El PSE tiene el edil del desempate. El candidato a alcalde de EH Bildu, Luis Fernando Urkiola, presionó recordando que tanto su coalición como el PSE defendían en sus programas electorales “la necesidad del cambio político como una ineludible medida para la regeneración democrática” ante la “ruina económica y tres exalcaldes en el banquillo de los acusados”. Pasado mañana se despejarán estas incógnitas en el pleno de constitución de los ayuntamientos.