BILBAO. Dentro de los múltiples focos de interés que tuvo ayer la celebración del Día de la Comunidad de Madrid, el centro del morbo se concentró en el expresidente regional Ángel Garrido, que en la recta final de la campaña de las elecciones generales anunció que dejaba el PP y fichaba por Ciudadanos, formación con la que concurrirá como número 13 al parlamento autonómico de la capital del Estado. Consciente de la expectación que iba a provocar su presencia en un acto en el que iba a coincidir con sus antiguos compañeros de partido, Garrido llegó con la artillería cargada y calificó de “operación cosmética” el viraje al centro que Pablo Casado quiere imprimir ahora al PP.

“Nadie se va a creer que de un día para otro se haya hecho ese giro”, apostilló en referencia a la reacción de los populares al serio correctivo que sufrieron en las urnas el pasado domingo. En declaraciones a los periodistas en la Real Casa de Correos antes de celebrarse el acto, Garrido apostilló que “yo sí que he estado siempre en el mismo sitio, en el centro político, y ahora algunos ven que tenía razón en que era el espacio en que tendría que haber seguido el PP”. La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, sentada a la derecha del tránsfuga, puso en cuestión sus palabras, aunque celebró que Garrido sea ahora “liberal”, como ella.

Sobre las acusaciones de “traidor” por pasar a otro partido, el exdirigente autonómico dijo que “insultar” a líderes de una formación que “han dado 28 años de su vida por ella no les va a ayudar a recuperar el voto”. “Yo no me he ido por buscar un puesto. Hay que dejar que las personas decidan dónde quieren estar, los que trabajamos en los partidos, los militantes y los votantes. Un respeto a los votantes, porque estos cambios de última hora perdiendo el respeto a algunas formaciones no les va nada bien”, apostilló.

El nuevo jefe de Ángel Garrido, el candidato de C’s a la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, trasladó por su parte al PP que el centro “ya está ocupado por un partido que es Ciudadanos” y criticó que “no son creíbles” porque hace cinco días “ofrecían ministerios a Vox y hoy reniegan de ellos y quieren mirar al centro”.

La foto más incómoda

Pero ayer todas las miradas estaban puestas en si se producía un saludo entre Pablo Casado y Ángel Garrido, que coincidieron por primera vez en un acto público desde la salida de este último del PP el miércoles de la semana pasada, cuando anunció que se pasaba a Ciudadanos. Casado fue de los últimos en entrar en la Puerta del Sol, donde a las 11.00 horas estaba previsto que empezara el evento. Tras hacer declaraciones a los medios, fue a situarse en su silla, ya en el patio de Sol, y allí evitó saludar a Garrido pese a pasar justo frente a él y a que el expresidente autonómico hizo el amago de levantarse. El presidente del PP justificó después que no le había visto.