Bilbao - El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, instó ayer a la dirección de su partido a remar en favor de la “unidad” en los mensajes de cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril. Conscientes de que las luchas de los barones territoriales pueden desenfocar el discurso de campaña, Sánchez transmitió una clara orden en la última Comisión Ejecutiva Federal del pasado lunes. La consigna es unificar el mensaje, condición que no se dio en el reciente cruce de declaraciones por la inclusión de la figura del relator en las negociaciones con los partidos soberanistas catalanes.

Las críticas más o menos incisivas de los presidentes de Castilla La Mancha, Emiliano García Page; de Extremadura, Guillermo Fernández Vara y del presidente aragonés, Javier Lambán, se sumaron a las de algunos diputados como José María Barreda o Soraya Rodríguez. Aunque alejados del día a día de Ferraz pero con una más que evidente capacidad de influencia, también los dirigentes históricos Alfonso Guerra y Felipe González también cargaron con dureza contra esta figura, además del expresidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra quien directamente afirmó que “mandaría al carajo” a quien le planteara la figura del relator por la que abogaron desde la dirección socialista.

Sin embargo, los ánimos de los socialistas se calmaron cuando Sánchez anunció los comicios generales para el próximo 28 de abril por no haber podido sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2019 tras la retirada del apoyo parlamentario de los independentistas. La fecha fue aceptada en general por los líderes territoriales, si bien con más o menos entusiasmo. De hecho, cuando se barajó la fecha del superdomingo electoral, el 26 de mayo, para las elecciones generales, las protestas de los territorios en Ferraz no se hicieron esperar. Sin embargo, la fecha del 28 de abril no ha suscitado quejas, al menos no explícitas y no se han trasladado a la sede socialista. Ahora, la dirección quiere que el discurso se unifique en todo el partido, al menos en los próximos meses en los que se juegan el poder estatal, autonómico y municipal.

recelos No obstante, la insistencia del Gobierno en el diálogo con los independentistas y la defensa de la figura del relator es vista con recelo por algunos dirigentes, que prefieren que se hable lo menos posible de este asunto porque consideran que en muchos territorios les puede restar votos. Admiten, en algunos casos, que Pedro Sánchez lo tenía que intentar y convencerse él mismo de que los independentistas no están dispuestos a ceder en sus demandas de referéndum de autodeterminación. - E. Press