- Una guerra estancada, en la que Rusia mantenga las zonas que ha ocupado en Ucrania, solo favorecería los intereses rusos, advierte Andriy, un militar ucraniano desplegado cerca de la línea en que ha quedado divido su país tras la invasión rusa. Los miembros de las Defensas Territoriales de Ucrania que le acompañan por pequeñas localidades próximas a zonas ocupadas por Rusia tampoco quieren que la guerra en su país se convierta en uno de esos conflictos olvidados. “Como Rusia no logró apoderarse a la vez de todos los territorios que había planeado, ahora puede intentar congelar el conflicto por medios políticos”, señala frente a una casa destruida por un proyectil ruso en la aldea de Shevchenko.

No lejos está la zona de Donetsk ocupada por Rusia, que es lo que a su juicio quiere Vladímir Putin, que “la frontera permanezca dentro de los límites de la línea del frente”. Esa línea recorre unos mil kilómetros en Ucrania, separando un 20% del territorio que ocupan los rusos, según ha manifestado recientemente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha reiterado que lo último que le interesa a su país es un conflicto congelado, que quede olvidado.

Cerca de ella apenas se ven civiles, prácticamente solo militares, como el grupo que dirige Andriy, que recorre lugares con impactos de misiles rusos en varias de estas localidades del sureste del país. Una guerra latente, sin haber solucionado el conflicto con un acuerdo entre ambos bandos, sería un mal escenario para ellos.

Las recientes declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, en el sentido de evitar una humillación de Putin para que cuando cesen las hostilidades sea posible una salida diplomática, no han sentado nada bien en Ucrania. Los intentos de negociación entre Kiev y Moscú fracasaron hace tiempo. “Para todo el mundo civilizado y para Ucrania, este escenario no es aceptable, porque un conflicto congelado con Rusia es un conflicto a futuro, que comenzará de nuevo en un año, dos o cinco”, advierte. La ofensiva rusa fue rápida al principio, sin que pudieran evitar que ocuparan muchas zonas, pero luego lograron frenarla, incluso recuperar terreno, y ahora el frente está más lejos de ciudades como Dnipro o Zaporiyia, tras haber mejorado sus capacidades aérea y de artillería.

Su compañero Sergiy repite lo que muchos militares ucranianos: que están frenando el anhelo de Putin por ocupar más partes de Europa, no solo las que ha podido en Ucrania. “Hace unos años, tampoco todos creíamos que Putin nos atacaría, que podría venir aquí y decir que esta es su tierra”, declara.

Y en su opinión no parará hasta conseguir “lo que considere que está en su esfera de influencia geopolítica”, añade. “Los servicios especiales rusos están trabajando en esa dirección y Dios no quiera que suceda algo similar en algún otro país, en algún lugar de Europa”, comenta.

Este hombre de mediana edad insiste en que luchan por defender a su país pero también para evitar que “la maldad de Putin no se extienda a todo el mundo civilizado, para que la gente en Europa pueda sentirse tranquila”. l

l “No nos rendiremos”. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró ayer que no se rendirá a Rusia y aseguró que las tropas de su país “están empujando gradualmente al ejército invasor”, considerado “el segundo más fuerte del mundo”. “Ucrania ha demostrado una valentía extraordinaria. No nos rendimos a Rusia. Hemos detenido y estamos empujando gradualmente al ejército de invasores fuera de nuestro territorio”, escribió ayer Zelenski en su cuenta de Telegram.