Rusia, Estados Unidos, China y Pakistán, conocidos como la “troika ampliada” para el arreglo del conflicto en Afganistán, pidieron ayer al Gobierno afgano y al movimiento talibán que redoblen los esfuerzos para acelerar el diálogo de paz, atascado desde hace más de seis meses.

“Llamamos a los miembros negociadores intraafganos a iniciar el debate acerca de las cuestiones fundamentales de la resolución del conflicto, incluidas las bases del futuro Estado pacífico y estable de Afganistán”, señalaron en una declaración.

El representante especial del presidente ruso para Afganistán, Zamir Kabúlov, explicó que, de hecho, representantes del Gobierno afgano y del movimiento talibán, que asistieron ayer a la reunión en la capital rusa, celebrarán hoy nuevas consultas en formato bilateral o trilateral, a fin de tratar de acercar posturas.

La “troika ampliada” también abogó por el inicio de la negociación de una hoja de ruta para formar un “Gobierno inclusivo” y un cese de hostilidades “permanente e integral” en Afganistán. Estos pasos, según Rusia, EE.UU., China y Pakistán, permitirían llevar a cabo unas conversaciones que permitirían firmar un tratado de paz.

Los cuatro subrayaron que una paz duradera en el país centroasiático se puede alcanzar únicamente por la vía política y diplomática, y pidieron al movimiento talibán que se abstengan de pasos que puedan llevar a un incremento mayor de la violencia.

Las conversaciones de paz intraafganas entre Kabul y los talibanes, que comenzaron el pasado septiembre en Doha, continúan estancadas sin avances, mientras continúa la violencia en el país. En la primera ronda, las partes solo alcanzaron un entendimiento sobre las reglas y procedimientos para las conversaciones.

Estas conversaciones de paz buscan poner fin de manera dialogada a casi dos décadas de guerra en Afganistán, que comenzó en 2001 tras el derrocamiento de los talibanes con la invasión estadounidense.