El líder opositor venezolano Juan Guaidó ha logrado su objetivo de atraer a su causa a gran parte de la comunidad internacional, que se suma al rechazo de la victoria del chavismo en los comicios a la Asamblea Nacional. La junta electoral declaró el martes la victoria del partido del presidente, Nicolás Maduro, con el 69% de los sufragios, pero con un 70% de abstención, una estrategia impulsada por Guaidó, a la que el resto de partidos opositores no se sumaron. La llamada a no votar incluso llegó a recibir duras críticas por parte del otro líder opositor, Henrique Capriles, pero sí que ha tenido eco a nivel geopolítico, hasta el punto de que son ya 50 países los que no consideran legítima la victoria del Partido Socialista Unido de Venezuela . Sin ir más lejos, la Unión Europea negó el martes su reconocimiento a los resultados, a lo que el Ejecutivo venezolano respondió lamentando la “política injerencista” de la Unión Europea (UE) hacia el país caribeño.

“Venezuela rechaza la declaración emitida por el alto representante de la UE, Josep Borrell, sobre las elecciones parlamentarias celebradas el 6 de diciembre”, dijo la Cancillería de la nación sudamericana en un comunicado.

El lunes, la UE ratificó su rechazo a estas elecciones mientras que su alto representante para Política Exterior, el español Josep Borrell, anunció que tiene la vista puesta en lo que ocurra el próximo 5 de enero, cuando se instalen los diputados recién electos, entre ellos, los del Partido Socialista Unido de Venezuela.

En un comunicado conjunto, los Veintisiete dijeron que los comicios incumplieron “los estándares internacionales mínimos”, al tiempo que exigieron la celebración de elecciones legislativas y presidenciales “creíbles, inclusivas y transparentes”, un hecho que venía precedido de la renuncia de la propia UE a vigilar los comicios venezolanos.

Sin embargo, y pese a esta posición que Venezuela calificó como “inercial”, la nación sudamericana tomó nota del “interés manifestado” por los países de la UE para “acompañar y respetar los procesos incluyentes de diálogo público” que pongan fin a la crisis.

“Venezuela reitera la amplia voluntad de diálogo que ha demostrado los últimos años hacia todos los sectores de la oposición venezolana, incluyendo tanto a aquellos que participaron en el proceso electoral del 6 de diciembre, como a aquellos que decidieron no participar”, prosiguió la Cancillería en su comunicado.

Cerca de 50 países han reiterado su rechazo a las legislativas venezolanas, a los que no se presentó el sector de la oposición que se agrupa bajo la figura del líder Juan Guaidó, que llamó a boicotear el evento. Guaidó dijo ayer que tras los resultados, lejos de fortalecerse, el Gobierno de Nicolás Maduro se “debilita” en vista de las numerosas críticas a los comicios, que estuvieron marcados por una alta abstención.

Asimismo, el líder opositor propuso hace semanas una consulta popular, que se celebra desde el lunes y hasta el próximo sábado, en la que se pregunta a los ciudadanos si rechazan los comicios en los que el chavismo, que gobierna desde 1999, se hizo con el control del Parlamento.

69%

El partido de Maduro obtuvo el 69% de los sufragios, con una participación del 30%.

36

Es el número de escaños que consiguió la formación gubernamental en la Asamblea, donde hay un total de 48 diputados

Así respondió el presidente venezolano a los países que se iban sumando al rechazo de su victoria.