- Policías y manifestantes se enfrentaron ayer en las inmediaciones de la Casa Presidencial de San José, capital de Costa Rica, donde culminó una marcha en contra de un posible acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a modo de crédito, lo que podría conllevar recortes sociales a pesar de la subida de impuestos. A las protestas que duran ya 14 días en el país centroamericano, ayer se sumó también Argentina, aunque con una problemática propia a la que la oposición respondió con un banderazo, exhibiendo los símbolos nacionales.

Miles de personas se manifestaron ayer en distintos lugares de Argentina por cuestiones tan diversas como el desacuerdo con las medidas de confinamiento o la reforma del Poder Judicial. En su conjunto, hay que entender las reivindicaciones como una protesta contra el Gobierno de Alberto Fernández. Las movilizaciones se produjeron en ciudades como Córdoba, Santa Fe o Bariloche, aunque las principales tuvieron lugar en la capital, con numerosos grupos de gente en la casa presidencial de Olivos, el emblemático Obelisco o la residencia de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Al tratarse de un espacio privado, la concentración de gente en esta última ubicación fue duramente criticada por miembros del Gobierno como el propio presidente, que expresó su rechazo en Twitter: “Disentir con un Gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aun con el riesgo que implica en una pandemia, también. Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona solo fomenta la grieta y daña esa convivencia democrática”.

A pesar de que la convocatoria fue inicialmente ciudadana, a la marcha acudieron figuras de la oposición como la presidenta de Propuesta Republicana (una de las tres formaciones que integra el bloque Juntos por el Cambio, que llevó a Mauricio Macri a la Presidencia entre 2015 y 2019), Patricia Bullrich, quien desde su coche atendió a los medios cerca del Obelisco.

“Estamos muy contentos de haber visto tanta gente con bandeas argentinas, que defiende la justicia, que quiere defender su comercio, que quiere que Argentina sea un país de progreso y movilidad social, todas las banderas representan la libertad y la república”, indicó Bullrich, quien dio positivo en coronavirus meses atrás.

La que fuera también ministra de Seguridad durante el mandato de Macri agregó que “es una convocatoria ciudadana” a la que la fuerza opositora se sumó porque “todo lo que dicen los ciudadanos está dentro de la esperanza” y sus valores. En la residencia presidencial de Olivos se produjo un encuentro entre manifestantes contrarios y afines al Gobierno, que fueron separados por las fuerzas de seguridad para evitar incidentes.

En Costa Rica, la manifestación transcurrió con calma por las principales vías de la capital hasta llegar al frente de la Casa Presidencial, donde la situación cambió unas horas después, cuando hubo cruces de gases lacrimógenos, por parte de los agentes, y piedras, por parte de los manifestantes.

Las protestas comenzaron el pasado 30 de septiembre y se han caracterizado por bloqueos de carreteras, pero con el pasar de los días el movimiento se ha debilitado, especialmente desde el pasado jueves, cuando el excandidato presidencial José Miguel Corrales, hasta entonces líder del movimiento, se retiró al denunciar que las protestas estaban contaminadas de grupos delictivos.

Pese a que el 4 de octubre el presidente Carlos Alvarado anunció que retiraba de la discusión la propuesta al FMI, la oposición desconfía. El presidente anunció la noche del domingo que a partir del 17 de octubre comenzará su trabajo una mesa de diálogo multisectorial para buscar soluciones, pero el movimiento opositor Rescate Nacional critica no haber sido convocado.