- La nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong que el Gobierno de Pekín planea aprobar esta semana no sólo implicará recortes en las libertades de los hongkoneses, sino que podría provocar un terremoto político de consecuencias imprevisibles, según varios analistas.

Su probable tramitación ha aparecido contra todo pronóstico y es el tema que más polvareda está levantando en la Asamblea Nacional Popular de China (ANP, Legislativo) de este año, centrada a priori en la gestión del coronavirus por parte de las autoridades.

La legislación sobre Hong Kong que, según la prensa estatal, todavía se está deliberando, pretende “salvaguardar la seguridad nacional” a raíz de las protestas que estallaron el año pasado, aunque queda por ver cómo se implementa y si su objetivo final es atar en corto a la ciudad semiautónoma.

Así, prohibirá “cualquier acto de traición, secesión, sedición y subversión” contra el Gobierno central, además del “robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras”, términos que el Ejecutivo chino ha utilizado anteriormente para frenar a la disidencia.

No obstante, el Artículo 23 de la Ley Básica (la carta magna hongkonesa) estipula que la ciudad ha de dotarse de legislación en este ámbito, algo que siempre ha resultado extremadamente polémico entre la población por miedo a que se tradujera en un recorte de libertades.

“El Gobierno chino quiere que su palabra valga más y que el Gobierno local y la sociedad hongkonesa acaben con mucha menos autonomía y libertades. El impacto será negativo”, opina el académico Jean-Pierre Cabestan, director del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Baptista de Hong Kong.

El experto cree que la “reinterpretación” de la Ley Básica sólo conseguirá “reavivar el movimiento de protesta”, y que chocará con la previamente adoptada en EEUU en apoyo de la oposición hongkonesa.

Pekín quiere impedir a toda costa que Washington influya en lo que considera sus “asuntos internos”, con lo que el conflicto está servido: ONG como la estadounidense Human Rights Watch ya ha pedido a la comunidad internacional que “tome medidas” al respecto y otra del mismo país, Human Rights in China, ha advertido de la “amenaza” que supone “un régimen irresponsable que ignora sus compromisos internacionales”.

Según el experto español Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política de China, la ley “tendrá un efecto inmediato sobre la red de onegés y fundaciones, muchas de ellas apadrinadas por instituciones conservadoras de EEUU y Reino Unido, que han apoyado activamente los movimientos de protesta”.

El profesor y coordinador de los grupos prodemocráticos Joseph Cheng pronostica que la ley estará lista en seis meses.

“Los líderes chinos actúan desafiando al entorno internacional y la coyuntura doméstica. Quieren decirle al mundo que están dispuestos a pagar el precio (de blindar Hong Kong). La ley estará lista en seis meses”, asegura Cheng.

Añade que los hongkoneses están “decepcionados y enfadados”, pero que a partir de ahora deberán calcular el coste que tendrá manifestarse contra el Gobierno: “La pugna continuará. Por eso es importante el apoyo de la opinión pública internacional”, incide.

Aunque la ANP no ha ofrecido más detalles sobre la legislación, la prensa oficialista ya hace campaña para defenderla: “La ausencia de una ley de seguridad nacional es una de las razones por las cuales Hong Kong se convirtió en un lugar caótico”, estima un reciente editorial del Global Times.

“Su sistema de valores se ha desviado de la senda normal, y esto debe parar. Si el Gobierno hongkonés está en una posición difícil para completar esta tarea, la ANP debe tomar la responsabilidad que le otorga la Constitución y la Ley Básica”, agrega.

China defiende la ley. Pekín afirma que las libertades no se verán afectadas y cuenta con el apoyo de la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, que ve una oportunidad para hacer “una ciudad más segura”.

Antecedentes. Las protestas se tornaron masivas en junio de 2019 a raíz de un polémico proyecto de ley de extradición -ya retirado-, y con el paso del tiempo han dejado graves disturbios.

180

Miles de hongkoneses salieron a las calles el domingo para protestar contra la legislación y 180 de ellos fueron detenidos.