TOKIO. El brote de COVID-19 se cobró hoy la vida de dos pasajeros que viajaron en el crucero declarado en cuarentena en Japón, en plena polémica por la gestión de la crisis de las autoridades y mientras crece la inquietud por el virus en el país.

Un hombre de 87 años y una mujer de 84, ambos de nacionalidad japonesa y con complicaciones de salud previas, son las dos primeras víctimas mortales del COVID-19 entre los 621 pasajeros del crucero Diamond Princess hasta ahora contagiados por el virus, según informó hoy el Ministerio de Salud nipón en un comunicado.

Los fallecimientos se han conocido el día después de que acabara el período de cuarentena en que se encontraba el crucero y de que comenzaran a abandonar el barco y a regresar a sus hogares varios centenares de pasajeros que habían dado negativo en los test sobre el virus.

A bordo del Diamond Princess había unos 3.700 pasajeros cuando se decretó su aislamiento el pasado día 3, y algo menos de dos millares de ellos siguen a bordo a la espera de conocer los resultados de sus test médicos, por lo que el número total de contagios puede continuar creciendo.

La controvertida gestión de la crisis del crucero ha suscitado críticas de expertos japoneses y de organismos extranjeros como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el primer país que decidió evacuar a sus ciudadanos del buque antes del fin de la cuarentena.

Una de las voces que se han alzado contra las autoridades niponas ha sido el especialista en enfermedades infecciosas Kentaro Iwata, quien tachó de "caótico" y "completamente inadecuado" el procedimiento de seguridad sanitaria aplicado durante y después de la cuarentena, en una rueda de prensa ofrecida hoy por videoconferencia.

"Han tenido a 3.700 personas encerradas durante 14 días, así que había potencial para que el virus se propagara. Las medidas de control tienen que ser muy rigurosas, muy profesionales y muy completas, pero yo no vi nada de eso", dijo este profesor del Hospital Universitario de Kobe que visitó el barco durante la cuarentena.

Iwata, quien se encuentra en aislamiento autoimpuesto "para no contagiar el virus a otros", afirmó que las autoridades deberían someter a una nueva cuarentena a todos los pasajeros que abandonan el barco aunque no hayan dado positivo en los test del virus.

De hecho, varios de los países que han repatriado a sus ciudadanos del Diamond Princess han decidido someterlos a un nuevo período de aislamiento para asegurarse de que no estaban contagiados o no portaban el virus en período de incubación, entre ellos Estados Unidos y Canadá, además de Hong Kong. EFE