Kiev - El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, apeló ayer a la comunidad internacional para establecer la verdad sobre el incidente del Boeing 737-800 de Ukranian International Airlines, que el pasado día 8 se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de Teherán y fallecieron sus 176 ocupantes. "Nuestro objetivo es establecer la verdad. Consideramos que es un deber de toda la comunidad internacional ante las familias de los fallecidos y la memoria de las víctimas. El valor de la vida humana está por encima de cualquier consideración política", escribió Zelenski en Facebook. Para ello, el presidente ucraniano pidió, "en primer lugar a Estados Unidos y Canadá entregar a la comisión internacional todos los datos y pruebas referidos a la catástrofe".

Esta petición se produce después de que Estados Unidos y Canadá revelaran que disponen de indicios de que el avión ucraniano, que se estrelló cuando realizaba el vuelo 752 entre Teherán y Kiev, pudo ser derribado accidentalmente por Irán con un misil.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo el jueves, que su gobierno dispone información de que el Boeing 737 fue derribado por "un misil iraní". "El presidente Vladímir Zelenski y yo nos reunimos con representantes de EE.UU., en particular con la encargada de negocios de la embajada en Ucrania, Christine Quinn. Recibimos datos importantes que serán analizados por nuestros especialistas", escribió en Twitter el ministro de Exteriores ucraniano, Vadim Pristaiko. Diversos medios de prensa occidentales y también ucranianos coinciden en apuntar que la causa más probable del desastre aéreo es que el avión fue alcanzado por un misil o incluso dos. Aunque nadie ha aportado hasta ahora ni una sola prueba.

"Podría parecer increíble, pero cada vez hay más indicios de que en la zona de vuelo internacional, prácticamente sobre el aeropuerto de Teherán, un misil antiaéreo de producción rusa derribó el Boeing ucraniano", escribió ayer el director del diario digital ucraniano Censor.Net, Yuri Butúsov. Recordó que el posible derribo del avión tuvo lugar horas después de que Irán lanzara un ataque con misiles contra dos bases estadounidenses en Irak y en momentos en que las fuerzas antiaéreas iraníes se hallaban en estado de máxima alerta a la espera de una represalia.

Según Butúsov, los militares iraníes realizaron una lectura equivocada de los radares o las baterías de misiles TOR-M1, de fabricación rusa, estaban en régimen automático, en el que atacan cualquier objetivo que no responda al identificador amigo-enemigo. No obstante, expertos aseguran que el fallo del sistema es imposible y solo un error humano podría haber causado la masacre.

"La hipótesis de que un misil impactó en el avión no se descarta, pero a día de hoy no está confirmada", subrayó Zelenski, quien desde que se produjo la catástrofe ha pedido esperar a los resultados de la investigación y a no adelantar conjeturas sobre sus causas.