MadriD - El modelo de negocio de Thomas Cook y el de su rival TUI es prácticamente desconocido en el resto del mundo, pues en otros lugares no existen conglomerados turísticos tan verticales y de tales dimensiones, y es también difícil de replicar tras la irrupción de las nuevas plataformas tecnológicas.

Así diversos directivos del sector turístico consultados explican que aunque la británica Thomas Cook era mucho más antigua que la alemana TUI, -un grupo industrial que no entró en el turismo hasta mediados de los 90-, ambas compartían un modelo de negocio muy diversificado que abarcaba toda la cadena de valor.

Ambos holdings cuentan -o contaban, puesto que Thomas Cook acaba de entrar en proceso de liquidación- con sus propias agencias de viajes y de recepción de viajeros, cadenas de hoteles, aerolíneas y operadores turísticos.

“Una concentración tan vertical y de tales dimensiones no la encuentras en ningún otro lugar del mundo. Es cierto que China tiene tres o cuatro empresas de este tipo que empiezan a despuntar, pero aún están muy lejos”, explicó aer el fundador y consejero delegado de una de las grandes agencias mayoristas de España. Lejos de los fríos números que conlleva la quiebra del operador Thomas Cook, detrás de este fatídico desenlace para la compañía se encuentran incontables rostros de turistas que se ven afectados por una situación que ha alterado de forma drástica sus vacaciones y los ha convertido en “sin techo”.

“Somos unas sin techo” es precisamente lo que manifestaban de forma insistente Sheila y Brigitte, dos británicas originarias de Bexhill-on-Sea, un poblado ubicado en el condado de Sussex Oriental, en el sureste de Inglaterra, y Swindon Wilts, en el condado de Wiltshire, que reclaman soluciones desde Aguadulce, en Roquetas de Mar (Almería).

Las afectadas muestran en su teléfono móvil el mensaje remitido por Thomas Cook en el que se informa del cese de toda la actividad y los enlaces para reubicaciones en vuelos, etc., desde la terraza del bar de Aguadulce en el que se encuentran desde el pasado 18 de septiembre.

Las británicas, que aseguran no haber tenido ningún problema hasta la comunicación de Thomas Cook y tenían previsto su regreso a casa para hoy, subrayaban que pagaron a este turoperador más de 700 euros por su estancia en este rincón del sudeste español.

Todo ello mientras almuerzan con su equipaje al lado de la mesa, ya que se habían visto obligadas a abandonar su habitación. - Efe