Tal y como estaba previsto, los diputados británicos rechazaron ayer por segunda vez la celebración de elecciones anticipadas, pero la sorpresa del día en Westminster llegó de la mano de John Bercow, quien anunció que renunciará como presidente de la Cámara de los Comunes el 31 de octubre, el mismo día en el que está previsto que Reino Unido salga de la Unión Europea. Tras 22 años ejerciendo de diputado y una década de trabajo al frente de los parlamentarios, favoreciendo medidas que permitieron al parlamento bloquear un Brexit sin acuerdo y ganándose más de un enemigo, un Bercow con lágrimas en los ojos y con una de sus llamativas corbatas de colores, dijo que finalmente dejará ambos cargos.

Tras haberle prometido a su familia durante las elecciones de 2017 que esta sería su última legislatura, Bercow, bajo la atenta mirada de su esposa Sally en la galería de los Comunes, explicó que permanecerá en su puesto hasta esa fecha, alegando que es lo “menos disruptivo”.

“Este ha sido, permítanme decirlo explícitamente, el mayor honor de mi vida profesional”, declaró Bercow, segundos antes de recibir una ovación de los parlamentarios de los bancos de la oposición y un puñado del lado tory, a los que el speaker agradeció su generosidad.

Famoso por sus gritos pidiendo “orden, orden” repetidamente en Westminster, a lo largo de los últimos tres años, es decir, desde que Londres votó para abandonar la UE, Bercow ha enojado a más de un conservador al permitir repetidamente a los parlamentarios tomar el control de la agenda y dirigir el curso del Brexit.

De hecho, la responsable de Negocios conservadora, Andrea Leadsom, lo acusa de violar las reglas del Parlamento, alegando que ha fallado en su papel como representante imparcial e independiente, que tiene como principal fin, el de “proteger la Constitución y supervisar el comportamiento”. Algunos especularon con que Bercow había “dado un salto antes de ser empujado” después de que los conservadores planearan romper una convención de larga duración que dice que los principales partidos no presentan candidatos en la circunscripción por la que se presenta el presidente de los Comunes.

Con su anuncio se dará inicio a una batalla para reemplazarlo, y se espera que los candidatos incluyan a los exministros laboristas como Chris Bryant, Harriet Harman, Meg Hillier y Rosie Winterton. Pero también a otros candidatos favorables a la salida de la UE, como los conservadores y brexiters Sir Henry Bellingham y Edward Leigh.

más debates La de ayer fue otra larga jornada en Westminster, que se prolongó más de lo esperado en un primer momento, tras ser aceptados por Bercow dos debates de urgencia. Uno sobre el documento secreto del Gobierno británico que revela los planes para el caos de un Brexit sin acuerdo y que lleva por nombre Operación Yellowhammer (martillo amarillo), y otro, sobre el estado de derecho, solicitado por el líder laborista, Jeremy Corbyn.

Según varios informes, el primer ministro y el Gobierno podrían ignorar la legislación recientemente aprobada por la Reina Isabel II ayer y destinada a bloquear un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre y proporcionar una nueva extensión del período de negociación del Artículo 50.

Finalmente se celebró la votación que pedía la celebración de elecciones generales anticipadas, pero el primer ministro volvió a quedarse sin el respaldo de dos tercios de la Cámara para poder hacerlo, ya que los partidos de la posición no le respaldaron y dentro de sus filas siguen divididos por el rumbo que debe tomar el Brexit. El portavoz de los liberaldemócratas, Tom Brake, apuntó a que están absolutamente convenidos de la necesidad de rechazar de inmediato el intento de Johnson de cortar y postularse a unas elecciones generales, hasta que se promulgue la llamada Ley Benn, que ampliaría la fecha límite del Brexit hasta enero de 2020, con el fin de bloquear una salida sin acuerdo. Pero lo cierto es que el curso del Brexit sigue en el aire y el Parlamento colgó ayer el cartel de cerrado hasta el 14 de octubre. Comienzan ahora semanas en las que Londres y Bruselas no parece que llegarán a un acuerdo para el 31 de octubre y en las que se celebrarán los congresos de los partidos. La vuelta a la actividad parlamentaria estará marcada por el discurso de la Reina y con el Brexit a la vuelta de la esquina.