Roma - La crisis política italiana abierta hace dos semanas cuando el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, declaró rota la coalición de Gobierno con el antisistema Movimiento 5 Estrellas se materializó ayer con la dimisión del primer ministro italiano, Giuseppe Conte. De esta forma Conte no da opción a que se vote la moción de censura contra él.

Conte, que compareció en el Senado antes de intervenir hoy ante los diputados, anunció la presentación de su dimisión ante el presidente de la República, Sergio Mattarella. “Al acabar el debate parlamentario, acudiré ante el presidente de la República para informarle oficialmente del final de esta experiencia de Gobierno y presentarle mi dimisión como jefe de Gobierno”, declaró Conte después de que el líder de la Liga, ministro del Interior y vicepresidente del Ejecutivo italiano, Matteo Salvini, presentara una moción de censura en su contra, que no se ha votado. “El presidente de la República, garante supremo del equilibrio constitucional, liderará al país en esta delicada transición institucional”, añadió.

Conte dirigió contra Salvini un discurso muy duro, en el que le acusó de oportunismo y de “irresponsabilidad institucional”, al haber desatado una crisis “que ha llevado al país a una espiral de incertidumbre política y financiera”. “La Liga ha dicho que ya no quería seguir con esta alianza de Gobierno y ha pedido elecciones inmediatas. Ha presentado una moción de censura contra el Gobierno y ha pedido que se fijara una fecha. La del ministro Salvini ha sido una decisión grave que comporta consecuencias para la vida política, económica y social del país”, subrayó Conte.

El primer ministro también recordó que esta crisis pone a Italia en situación de debilidad ante las instituciones europeas, en un momento en el que se van a decidir los próximos comisarios en Bruselas.

Elecciones Igualmente, dijo, la crisis gubernamental evidenció la incoherencia de Salvini, que ha presentado una moción contra un Gobierno del que los ministros de la Liga aún no han dimitido, y afirmó que el país no debe temer unas elecciones anticipadas porque “es la esencia de la democracia”, pero matizó que pedir a los italianos “que voten cada año es irresponsable”.

A partir de ahora Mattarella abrirá consultas con los partidos políticos y tratará de ver si hay una mayoría a favor de ir a elecciones o si es posible formar otro gobierno. El presidente podría encargar a Conte explorar un posible acuerdo de coalición entre el M5E y el Partido Democrático -una posibilidad que se ha ido abriendo paso a pesar de la antigua hostilidad entre ambas formaciones- o podría encargarle reeditar la actual coalición entre el M5E y la Liga, algo que cada vez parece menos probable.

Tras la intervención de Conte fue el turno de Salvini, quien también habló en tono duro en una bronca sesión parlamentaria y reiteró que “volvería a hacer lo mismo”. “No tengo miedo de la opinión de los italianos. Quien tiene miedo de la opinión de los italianos no es un hombre libre”, dijo, nada más comenzar.

Salvini aseguró que su partido no teme unas elecciones en otoño y tampoco a una posible alianza entre el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), que podrían unirse y formar un nuevo Ejecutivo, pues juntos tienen mayoría parlamentaria. Pero aprovechó para lanzar un mensaje al M5S y desearle “suerte” si quiere volver a colocar en el Gobierno al ex primer ministro italiano Matteo Renzi, actualmente senador del PD pero que ya no ocupa ningún cargo de responsabilidad en la formación.

Salvini, en un tono de campaña electoral, dijo que quiere hacer de Italia un país “libre y soberano”, que “no tenga que defenderse continuamente de las decisiones” de Bruselas.

Renzi también intervino en el debate parlamentario y adelantó que no tiene intención de participar en un hipotético Gobierno entre el M5S y el PD. En un comunicado, el secretario general del PD, Nicola Zingaretti, aseguró que comparte los reproches de Conte contra Salvini, pero consideró que el jefe del Gobierno italiano también ha tenido responsabilidad en los errores cometidos en “economía, empleo, crecimiento y desarrollo”. “Cualquier nueva fase política no puede empezar sin reconocer lo que ha ocurrido en estos meses”, indicó.

Zingaretti y la dirección del PD habían defendido en los últimos días que no podían apoyar un Gobierno con el Cinco Estrellas, mientras que Renzi es partidario de que las dos formaciones se unan e impidan que se celebren comicios en otoño. - Efe