Edimburgo - La tensión escaló ayer dentro de las filas del Partido Laborista británico, después de que su número dos, John McDonnell, afirmase que, de llegar al Gobierno, su formación no bloquearía la celebración de un segundo referéndum de independencia en Escocia. En una entrevista con el periodista Iain Dale en el Festival Fringe de Edimburgo, McDonnell dijo que cualquier decisión sobre un posible plebiscito -como quiere el Gobierno escocés- “corresponderá al Parlamento y al pueblo escocés”.

“El Parlamento escocés tendrá una opinión considerada sobre eso (un nuevo referéndum) y lo presentará al Gobierno y al Parlamento inglés. Si el pueblo escocés decide que quiere un referéndum, les corresponde a ellos”, declaró el portavoz económico del primer partido de la oposición británica. Destacados miembros de su formación como los diputados en el Parlamento de Westminster Ian Murray y Stella Creasy le urgieron este miércoles a rectificar y le recordaron que, según el manifiesto de 2017 (que fijó sus políticas), la formación se opone a la convocatoria de una nueva consulta.

“El laborismo escocés se opone a un referéndum de independencia escocés dañino y divisivo. La política ya fue establecida por el Partido Laborista escocés y se describe en nuestro último manifiesto. John McDonnell debe aclarar inmediatamente su visión independiente que es de tan poca ayuda”, dijo Murray en Twitter. En la misma red social, Creasy opinó que la formación “debe abandonar” esta idea al destacar que el nacionalismo “es la antítesis del socialismo”.

Las declaraciones de McDonnell se producen después de que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, insinuase en una entrevista con The Guardian que estaría abierta a negociar un pacto con los laboristas para mantener a los conservadores fuera del Gobierno británico en caso de que haya elecciones generales en el Reino Unido. “Siempre hemos querido ser parte de una alternativa progresista a un Gobierno conservador. Ese sigue siendo el caso”, indicó Sturgeon.

La dirigente escocesa calificó ayer las palabras de McDonnell de “democracia básica” y añadió que tienen “sentido político” al indicar que “el 40 % de los votantes laboristas en Escocia defiende la independencia”. La dirigente nacionalista manifestó su intención de impulsar un nuevo referéndum antes de las próximas elecciones escocesas previstas para 2021, aduciendo el voto mayoritario en contra del Brexit que se produjo en Escocia, y tras la consulta celebrada en 2014 en la que el 55 % rechazó la separación. - Efe