Londres - El Reino Unido propone formar “una misión marítima europea” para proteger a los cargueros que transiten por el estrecho de Ormuz, después de que un petrolero británico fuera apresado el viernes por el Gobierno iraní.

En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, declaró que ya ha mantenido conversaciones con sus homólogos de varios países de la Unión Europea, entre ellos España, para constituir una unidad centrada en asegurar “una navegación libre y segura”.

“Si Irán continúa por esta senda peligrosa, deberá aceptar el precio de una mayor presencia occidental en las aguas de su litoral, no porque queramos aumentar las tensiones, sino porque la libertad de navegación es un principio que el Reino Unido y sus aliados siempre defenderán”, afirmó.

A fin de reducir el riesgo actual y rebajar la tensión en el golfo Pérsico, Londres ha pedido a los barcos bajo bandera británica que eviten navegar por el estrecho de Ormuz “provisionalmente”. En su declaración ante los diputados, el ministro explicó que, aunque busca una coalición internacional, el Reino Unido no se sumará a la estrategia más ofensiva de EE.UU., puesto que, a diferencia de Washington, este país, junto con la UE, sigue apoyando el acuerdo firmado en 2015 con Teherán para reducir su actividad nuclear. Entretanto, el petrolero Stena Impero con bandera británica, que fue apresado el 19 de julio en el estrecho de Ormuz sigue retenido por las autoridades iraníes, que le acusan de violar la normativa de navegación, lo que niega la empresa sueca propietaria del barco, Stena Bulk.

El Gobierno de Irán insiste en que la detención del buque cisterna, con 23 tripulantes de varios países a bordo -entre ellos ninguno británico-, “no es una medida de represalia” por la retención del barco iraní Grace 1 el 4 de julio por la Marina británica en Gibraltar. Auspiciada por el Gobierno gibraltareño -y según fuentes diplomáticas, a petición de EE.UU.-, la Marina procedió a la captura del buque iraní por transportar petróleo a Siria, supuestamente en violación de las sanciones de la UE.

La comparecencia de Hunt se produjo después de que en la mañana de ayer la primera ministra británica, Theresa May, presidiera una reunión de la comisión COBRA de ministros y representantes de las fuerzas de seguridad para sopesar la respuesta a los actos de Teherán.

Tras el encuentro, un portavoz oficial aseguró que el Ejecutivo británico “no quiere una confrontación” con el Estado persa, pero exige la “liberación inmediata” del Stena Impero y su tripulación, aprehendidos, según Londres, bajo “pretextos falsos e ilegales” de que contravenía medidas de seguridad.

Por otro lado, la comisión conjunta del acuerdo nuclear de 2015 celebrará el 28 de julio en Viena una reunión extraordinaria para tratar el incumplimiento por parte de Irán de algunos de sus compromisos, según anunció ayer el Ministerio de Exteriores iraní.

Esta reunión, un mes después del último encuentro de la comisión, se llevará a cabo a nivel de viceministros de Asuntos Exteriores y directores generales de los países que se mantienen en el pacto: Irán, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania. El portavoz de Exteriores iraní, Abas Musaví, explicó en un comunicado que esta reunión ha sido convocada a petición de las partes europeas debido a que Irán ha dejado ya de cumplir algunos de sus compromisos en el acuerdo.

En el anterior encuentro se abordó la decisión adoptada por Irán de reducir sus obligaciones, pero todavía no se habían dado pasos prácticos. A principios de este mes, las autoridades iraníes anunciaron que ya habían superado el límite de 300 kilos de almacenamiento de uranio y que habían empezado a enriquecer uranio al 4,5%, por encima del 3,67% permitido por el acuerdo, del que se ha retirado Estados Unidos.

Musaví señaló que las partes europeas consideran que es “más adecuado” tratar estos temas antes de la reunión prevista a nivel de jefes de la diplomacia con el objetivo de “preparar el terreno”, y reiteró que Irán considera que las otras partes tienen una “falta de compromiso” con respecto a la efectividad del levantamiento de las sanciones, reimpuestas por EE.UU.. El acuerdo nuclear, que limita el programa atómico de Teherán a cambio del alivio de las sanciones, está muy debilitado tras la retirada unilateral el año pasado de Washington.