WASHINGTON. El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó ayer que las redadas para deportar a “miles” de inmigrantes indocumentados han sido “muy exitosas”, pese a que las autoridades no han dado detalles ni han confirmado que se hubiesen producido. “Las redadas del ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas) han sido muy exitosas, la gente entró en nuestro país de manera ilegal, a muchos de ellos se los llevaron el domingo”, dijo Trump a los periodistas en un acto en la Casa Blanca. “Dije (a las autoridades): céntrense en los criminales, hubiese sido más fácil centrarse en la población general”, agregó.

Al justificar la falta de información acerca de estas redadas, Trump precisó que “mucho” de lo sucedido no es “necesariamente público”.

La tensión sobre la política migratoria de la Casa Blanca se ha incrementado en las últimas fechas después de que Trump advirtiera de que su Gobierno iba a iniciar este domingo redadas en nueve ciudades para deportar a “miles” de indocumentados. Esas localidades son Nueva York, Miami (Florida), Houston, Los Ángeles y San Francisco (California), Chicago (Illinois), Atlanta (Georgia), Baltimore (Maryland) y Denver (Colorado). No obstante, las autoridades migratorias no confirmaron su inicio y aún no ha trascendido ningún detalle sobre la magnitud del operativo, aunque en Nueva York hubo tres operaciones el sábado sin detenidos. El diario The Wall Street Journal, que citó a una fuente conocedora del asunto, reveló que las autoridades intentaron practicar redadas la noche del sábado en Nueva York. De acuerdo a esa fuente, los agentes del ICE acudieron a los barrios de Harlem y de Sunset Park, este último en Brooklyn, pero fueron rechazados por los vecinos porque no tenían órdenes de arresto.

Por su parte, Ken Cuccinelli, el director interino del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), que administra el sistema migratorio, eludió dar “detalles operacionales”, ya que, a su juicio, podría poner en peligro a los agentes del ICE.

Donald Trump reforzó ayer su postura contra la inmigración procedente de Centroamérica al anunciar que impedirá el asilo a los inmigrantes que no lo soliciten antes en un “tercer país seguro”, lo que se suma a la amenaza de redadas masivas para combatir la inmigración ilegal. Esta maniobra, presentada ayer por el Departamento de Justicia y el de Seguridad Nacional de EE.UU., es un nuevo intento de la Administración estadounidense de reducir el flujo migratorio en la frontera con México, procedente principalmente de Centroamérica. “Un extranjero que entre o intente entrar en los Estados Unidos a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en un tercer país fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a los Estados Unidos no es apto para asilo”, señala la nueva orden publicada en el Registro Federal y que entrará en vigor hoy martes.

Solo hay acuerdo con Canadá

La legislación nacional permite a los solicitantes de asilo hacerlo al llegar a la frontera sin tener en cuenta su ruta, pero cuenta con una excepción para aquellos que lo hacen a través de un tercer país considerado “seguro”. En la actualidad, sin embargo, el Gobierno solo cuenta con un acuerdo específico al respecto en el que reconoce como “tercer país seguro” a Canadá.

De acuerdo a datos oficiales, en el año fiscal 2018 se concedieron 13.168 protecciones de asilo de las más de 162.000 peticiones presentadas.

La orden se daba a conocer el mismo día en el que estaba previsto que el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, se reuniese con Trump en la Casa Blanca entre rumores acerca de la posibilidad de que firmase un acuerdo para convertir a Guatemala en tercer país seguro para los migrantes que buscan el asilo en Estados Unidos.

La medida no fue bien recibida por los sectores más progresistas, que ven el anuncio como un ataque a los derechos de los inmigrantes, e incluso la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en sus siglas en inglés) aseguraba que tomará medidas legales. “La administración de Trump está tratando de revertir de manera unilateral el compromiso legal y moral de nuestro país para proteger a las personas que huyen del peligro. Esta nueva regla es evidentemente ilegal. Vamos a presentar una demanda pronto”, indicó ACLU en su cuenta oficial de Twitter. Uno de los candidatos demócratas a la Presidencia, Julián Castro, criticó con ironía la intención de Trump de “terminar con el asilo y el debido proceso para los migrantes” en Estados Unidos. “(Trump) quiere reemplazar la antorcha en la mano de la Estatua de la Libertad por una mano con el dedo medio levantado. Debe ser derrotado”, escribió Castro en su Twitter minutos después del anuncio.