Caracas - Durante su visita a un centro de entrenamiento militar, y poco antes de que un helicóptero militar con siete tripulantes a bordo cayera en una zona boscosa de un barrio de Caracas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) debe estar “más unida que nunca”, tras el fallido levantamiento opositor del pasado martes.

“No somos un país débil ni desvalido, somos un país con una poderosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana que debe estar cada vez más unida, más cohesionada y más leal que nunca”, dijo Maduro al visitar el centro de entrenamiento ubicado en el municipio de Pao, en el estado Cojedes (centro).

Allí, acompañado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y altos mandos militares, aseguró que esa unión es necesaria pues “hay un imperio norteamericano que pretende gobernar toda la América”. Por eso, pidió a las autoridades de la base que los cadetes estudien esa doctrina, sintetizada en la frase de “América para los americanos”.

Mientras, apenas un centenar de opositores se reunían ayer en la capital venezolana y acudían a los cuarteles a pedir a los militares que se levanten contra el gobierno de Maduro, tal y como pidió el viernes el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino.

El grupo más numeroso se dirigió hacia el control militar de la residencia presidencial La Casona, que hace años no ocupa ningún mandatario, donde fueron frenados por un grupo de policías que cortaban el paso equipados con equipos antidisturbios. Allí, los manifestantes, la mayoría de ellos de avanzada edad, intentaron dialogar y entregar el documento de la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que les garantiza el perdón jurídico si se rebelan contra Maduro.

“He venido porque hay que luchar por la libertad, en este país vamos de mal en peor, no tenemos comida, ni medicinas, no tenemos ningún beneficio de lo que el gobierno está llamado a hacer”, comentó Martín Mora, una de las personas que acudieron hasta el lugar.

Tras una breve espera, se unieron al grupo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) también con equipos antidisturbios y algunos con máscaras de gas.

El comandante del grupo de la GNB recibió el documento y posteriormente lo quemó, mientras afirmaba que no iban a traicionar su deber. Decepcionó así a los opositores como Mora, que espera que “los militares sean conscientes y que le hagan caso al pueblo”.

“El pueblo está pidiendo auxilio porque ya no aguantamos más esta situación”, subrayó antes de mostrarse decepcionado por la respuesta militar y afirmar que esperaba más de ellos desde que el pasado martes Guaidó lideró un fallido levantamiento militar.

Frente a la Comandancia de la Armada en el centro de Caracas, el llamado de Guaidó tuvo todavía menor respuesta y un portavoz leyó el documento por un megáfono más allá del cordón policial. Allí se encontraba Rogelio Díaz, concejal de Caracas, dirigente nacional del partido Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei). Díaz explicó a Efe que la expectativa con que iniciaron la jornada fue conseguir que los militares les escuchen y reclamar “que se pongan del lado del pueblo”. - Efe