Berlín - Los grupos de presión empresariales tienen “demasiada” influencia en la Comisión y en el Parlamento Europeos (CE y PE), y el Consejo Europeo es un órgano muy opaco, denunció ayer lunes la ONG LobbyControl, que exige cambios tras las elecciones europeas.

En una rueda de prensa en Berlín, la organización presentó un informe de la situación e instó a las instituciones europeas a emplear la próxima legislatura para limitar el poder de los grupos de presión y endurecer los criterios de su registro, reducir la dependencia de la CE y el PE de su experiencia, acabar con las “puertas giratorias” y hacer más transparente el funcionamiento del Consejo Europeo.

“Estas elecciones tienen un significado muy especial. Los europarlamentarios deben decidir si de verdad quieren avanzar en la democratización de las instituciones europeas o si quieren seguir como hasta ahora”, aseguró Imke Dierssen, directora política de LobbyControl.

A su juicio, la “correlación de fuerzas” en la UE “no está equilibrada” pues “dos tercios de las 25.000 personas” que trabajan en organizaciones clasificadas como grupos de presión en Bruselas representan a empresas. Estas organizaciones, denuncia el informe, cuentan anualmente con un presupuesto de 1.500 millones de euros. Las empresas logran que las normativas europeas se adecuen a sus necesidades, mientras que las instituciones europeas pierden en “confianza” y “legitimidad”, señaló Dierssen, que agregó que la UE “no se lo puede permitir”.

La organización subrayó el papel de los países miembros en este ámbito, tanto por la opacidad con la que se toman decisiones en el seno del Consejo Europeo como porque los gobiernos nacionales muchas veces actúan como “vehículos” de los grupos de presión.

En esta legislatura 27 de los 29 comisarios se han reunido más veces con representantes de empresarios que con cualquier otro grupo. - Efe