Caracas - Mientras el viceministro venezolano para Europa, Yvan Gil, alertó ayer de que la vía militar en su país “crearía una desestabilización sin precedentes en la región” y negó que exista en Venezuela una catástrofe humanitaria, el presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), José Antonio Colina, pidió al presidente de EE.UU., Donald Trump, que tome la “decisión correcta” en caso de que sea necesario “apoyo militar” en Venezuela.

Colina, un exmilitar venezolano, escribió una carta pública a Trump, en la que elogia el liderazgo y determinación del presidente estadounidense ante la crisis venezolana y subraya que la claridad con la que EE.UU. ha repudiado al “régimen ilegitimo” de Nicolás Maduro ha sido “clave” para concitar el apoyo de la comunidad internacional. “En los próximos días, las decisiones que tome su administración impactarán en el futuro de millones de venezolanos”, subraya el presidente de Veppex en su carta en inglés. Colina recuerda que la crisis humanitaria “creada por el régimen” está costando cientos de vidas y que por eso se necesita que “Estados Unidos continué por la senda que empezó”. “La ayuda humanitaria que esta fijado que entre en Venezuela el 23 de febrero es necesaria”, dice Colina, quien advierte, sin embargo, que “la crisis se va a profundizar” y la opresión de los opositores se va a mantener si Maduro sigue en el poder. “Si los militares no cambian de bando se requerirá apoyo militar para equilibrar la situación. Estamos esperanzados que cuando llegue el momento, se tomará la decisión correcta en razón del coste humano que esta crisis está teniendo”, agregó.

Por su parte, en entrevista con Efe, el viceministro venezolano para Europa, Yvan Gil, recomendó “no abrir la caja de Pandora de la intervención militar” y “abstenerse de usar la violencia” porque “tendría consecuencias muy graves y se desataría una verdadera catástrofe humanitaria” en los países de la región, que “podría golpear incluso a EE.UU.”. “Un golpe de Estado en Venezuela, que es lo que se intentó promover en esta primera fase, es una situación descartada, es imposible. Y una intervención militar, si ocurriese, fracasaría porque crearía una desestabilización sin precedentes en la región. Intervenir en Venezuela sería prender una mecha que jamás se apagaría. Sería algo muy doloroso”, advirtió desde Holanda durante su visita oficial.

Gil consideró “una falta de respeto y una aberración” decir que su país vive “una catástrofe o una crisis humanitaria” porque se compara con regiones que han sobrevivido a guerras, bombardeos y hambrunas. En su opinión, “colocar 60 toneladas, que son dos camiones de comida, en un país que distribuye un millón de toneladas al mes a todos sus ciudadanos, es una ridiculez y una acción de propaganda” y además, opinó que “ni siquiera son alimentos de calidad, son raciones de combate”. En una entrevista con Efe el viceministro venezolano señaló, por otra parte, que “quien quiera importar alimentos a Venezuela debe registrarse” como distribuidor oficial.

“Quien quiera importar alimentos a Venezuela puede hacerlo; se registra en el Ministerio de Alimentación, en Aduanas, hace las pruebas de inocuidad y puede hacer su importación. Y luego puede distribuirla, venderla, respetando la ley”, comentó.

Rechazó que el próximo día 23 se vaya a permitir el acceso a territorio venezolano de la ayuda humanitaria que ya se acopia en la ciudad colombiana de Cúcuta, como había confirmado el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, y advirtió de que “no se puede violar la ley con una excusa que no existe”.

La “burla” de Maduro En medio de esta crisis, Maduro anunció ayer que en el marco de un “gran concierto” que celebrará en la frontera con Colombia, aprovechará para llevar alimentos y atención médica desde Venezuela a la ciudad colombiana de Cúcuta por la pobreza que, asegura, sufren sus habitantes. El ministro de Información, Jorge Rodríguez, dijo en declaraciones al canal estatal VTV que Venezuela enviará “más de 20.000 cajas Clap” (de alimentos subsidiados), así como “pediatras, cirujanos, odontólogos” para brindar “atención médica gratuita” a los cucuteños. Rodríguez dijo que “pareciera que nadie atiende al pueblo de Colombia, específicamente a los pueblos fronterizos de Colombia” y aseguró que “nadie atiende al pueblo de Cúcuta”. Comentó que “el 40%, casi 300.000 cucuteños y cucuteñas están en una situación de pobreza, para quien no lo sepa, el 10% está en una situación de pobreza extrema (...) casi 20.000 niños trabajando en la calle”. Reiteró que esta será entonces una “demostración de la mano solidaria del pueblo de Venezuela” con pueblos pobres como Cúcuta. “Esta es la respuesta del Gobierno de Maduro a la movilización que se espera se produzca el próximo sábado, con el concierto de artistas internacionales que se ha organizado desde Colombia, para apoyar la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela que se encuentra almacenada en Cúcuta.

Guaidó consideró este anuncio “una burla”. “Hay que estar muy desdoblado de la realidad para burlarse de esa manera de los venezolanos, de la necesidad del pueblo de Venezuela”, afirmó en rueda de prensa. - Efe