El buque Aita Mari navega hacia Lampedusa tras el rescate en tres operaciones de 68 migrantes y a la espera de que pueda ser atendido un joven que sufrió hipotermia y síntomas de ahogamiento después de haberse lanzado al mar para no ser interceptado por la Guardia Costera libia.

Desde el barco se informó de que se decidió tomar rumbó a Lampedusa, aunque aún no se tiene la autorización para desembarcar, ante la necesidad del joven de recibir atención médica, aunque esta mañana se encontraba mejor, estable y sin necesidad de oxígeno.

Mientras se dirigían a Lampedusa se recibió un avisó de un nuevo barco a la deriva y finalmente se localizó y pudieron ser rescatadas 40 personas por lo que en el Aita Mari se encuentran ahora 68 migrantes, entre ellos 6 niños de entre 8 meses y 4 años, 6 mujeres y un menor de edad, mientras que el resto son varones.

"Todos ellos están en un estado de salud aceptable, agotados y asustados pero tranquilos y todos ellos han dado negativo a las pruebas de la covid-19. La noche ha sido tranquila", añadió una portavoz desde el barco.

El Aita Mari había rescatado 11 migrantesAita Mari en una primera operación y luego a otros 17 migrantes que habían saltado al mar pare evitar ser devueltos por una patrullera de la Guardia Costera de Libia a este país.

Por otro lado, el barco de la organización humanitaria Sea Eye rescató este miércoles a un total de 416 inmigrantes cuando viajaban en el Mediterráneo central, entre ellos decenas de menores y un bebe.

La tripulación de la nave Sea Eye 4 llevó a cabo tres operaciones de rescate para salvar a estas personas, que se encontraban en peligro, según explicó en sus redes sociales.

Estas operaciones se producen después de que los también barcos humanitarios Mare Jonio y el Sea Watch desembarcaran el pasado 9 de junio en Pozzallo, en Sicilia, con un total de 436 migrantes a bordo tras varios rescates.