raíz de la importante evolución que se está desarrollando en Álava de actividades inclusivas en todos los ámbitos debido tanto a la promoción que se realiza desde las instituciones como por iniciativas privadas, como es el caso de los paseos inclusivos por el Jardín de Santa Catalina, una iniciativa va más allá y plantea un acceso al Kilimanjaro con una persona invidente.

El proyecto, previsto para Semana Santa y en una fase muy avanzada, es obra de la agencia de Viajes Itsaslur Bidaiak y en él están implicados deportistas como Juanito Oiarzabal, aventureros mediáticos como Julian Lantzi o el experto en actividades inclusivas Yosu Vázquez, creador de la empresa Senderos Accesibles.

Se trata de un programa con una doble oferta: una subida al mítico Kilimanjaro o un safari por el Serengueti, un auténtico disfrute para disfrutar de la aventura de subir una importante montaña o una atractiva alternativa para convivir con tribus como los masai e interactuando con la naturaleza salvaje y sus tribus.

Explica Vázquez que es un viaje de doce días en el que se ha previsto el ascenso al Kilimanjaro, de 5.895 metros de altura en Tanzania, y un safari por el Serengueti. Y hay una opción b, para quienes no vayan a subir al Kilimanjaro, que consiste en varios viajes, interactuando con diferentes tribus y visitando varios parques donde pueden ver jirafas, elefantes y otros animales.

Al conocer la existencia de este viaje, el incansable viajero alavés Luis Javier Rojas Ibáñez, que es invidente, se apresuró a la opción de ascender a esa cumbre africana. No es la primera vez que se enfrenta a retos similares, ya que con Yosu Vázquez realizó un recorrido montañero por un lago helado de Noruega, "y como no tiene freno, se ha animado a subir al Kilimanjaro al conocer que iba yo".

"Otra historia"

Evidentemente, subir a esa cumbre no es lo mismo que hacer una excursión al Gorbea. "Qué va, esta es otra historia, otro mundo. Estamos hablando de casi 6.000 metros de altura y aunque el recorrido no es demasiado técnico, hay tramos muy complicados según la ruta que lleve a cabo el guía, que en este caso será Juanito Oiarzabal. Lo importante en esta subida es la aclimatación, comer bien, descansar lo suficiente. El resto está en manos de Juanito, que lleva ya muchas subidas a esta montaña, y a quien corresponde indicar todo lo que debemos hacer".

La marcha se hará con una barra que sirve para que Luis Javier Rojas sepa en todo momento por donde debe ir. Tanto este apoyo, como otros que se están desarrollando, están facilitando que en una misma marcha puedan estar personas con movilidad o sentidos reducidos y personas que no tienen esas dificultades. "La verdad es que la gente lo va asumiendo muy bien, sin problemas. Es cierto que nos queda mucho trabajo, pero cada vez va mejor y hay que reconocer que hay instituciones que están apostando por la inclusión, como son en Álava la Fundación Vital, la Diputación Foral de Araba y otras, así como muchas asociaciones, pero se van dando pasos", comenta Yosu Vázquez.

Este especialista en inclusión confiesa que "llevo años formándome y poco a poco se van consiguiendo cosas. Lo importante es que la gente se va concienciando. Y los jóvenes también, que son los que tienen el futuro en sus manos. Un niño que con 8-10 años participa conmigo o con otros en actividades inclusivas, cuando tenga 18-20 años lo verá con total normalidad. Y ese es el futuro".