Condenado a 18 años por grabar desnuda a una niña manteniendo relaciones
DONOSTIA. Según la sentencia se remontan a mayo de 2015 cuando el acusado, que mantenía una relación de pareja con la madre de la niña en un domicilio de una localidad guipuzcoana, "comenzó un acercamiento sexual" a la pequeña "tratando de tocarla con ánimo lascivo e invitándola a ver juntos una película pornográfica".
Paralelamente, el inculpado, que "tiene un acentuado interés sexual en las niñas de edad próxima a los 13 años", adquirió diverso material de grabación audiovisual camuflado, como una cámara disimulada dentro de un reloj despertador que instaló en el dormitorio de la menor con un calzo de madera para obtener un mejor tiro de cámara en dirección a la cámara de la pequeña, "asegurándose de que ni ella ni su madre desenchufaran nunca este dispositivo".
Unos meses después, el inculpado selló un acceso al dormitorio de la pequeña que había desde un trastero mediante la colocación de un espejo falso que él mismo fabricó y que funcionaba "como puerta secreta" además de permitir la visión del interior de la habitación desde fuera.
Asimismo, prosigue la resolución, dentro del espejo colocó un montaje que permitía instalar una cámara de vídeo para grabar lo que sucedía dentro del dormitorio, que "se manejaba a través de un dispositivo remoto en forma de reloj de pulsera".
Tras conocer, en octubre de 2015, que la niña había iniciado una relación sentimental con un chico de 17 años, el procesado "trató de influir" en ella, "animándola a tener relaciones sexuales con su novio", al tiempo que, "para fingir que garantizaba su privacidad, le entregó las llaves del domicilio, instaló un pestillo en la puerta del dormitorio y se ofreció a proporcionarle preservativos".
El hombre también consiguió acceder al teléfono móvil de la chica, grabando el patrón de desbloqueo del terminal, método por el que pudo conocer los días en los que la menor "se citaba con su pareja" con el fin de "mantener relaciones sexuales" para "activar los dispositivos de grabación".
La sentencia precisa que, de esta manera, el acusado "llegó a obtener 83 vídeos de los dos menores manteniendo relaciones sexuales".
El texto también aclara que, "aprovechando la existencia de estos dispositivos de grabación", el hombre también grabó a dos amigas de la víctima, una de las cuales aparece desnuda en tres vídeos, mientras que la otra lo hace en uno.
En otra ocasión, el inculpado entró en la habitación de la menor, usando la puerta principal, y la grabó parcialmente desnuda con su teléfono móvil.
Durante el juicio, celebrado el pasado mes de octubre en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, la Fiscalía y las acusaciones particulares que ejercieron las familias de las víctimas rebajaron su petición de penas desde los 23 hasta los 18 años de cárcel, con los que el encausado se mostró conforme.
De esta manera, el hombre ha sido condenado ahora en firme como responsable de un delito de acoso sexual a menores y cuatro delitos de vulneración de la intimidad.
Junto a las penas de prisión, el encausado deberá abonar una multa de 1.620 euros, además de compensar a las víctimas con distintas cantidades que en conjunto ascienden a 75.000 euros, entre otras penas complementarias.