bilbao - El delegado del Gobierno español en la CAV, Jesús Loza, advierte a la izquierda abertzale de que actuaría judicialmente si se organizara un homenaje a Santiago Arrospide Sarasola, más conocido como Santi Potros. A sus 70 años, el histórico miembro de ETA quedará en libertad este próximo domingo tras cerca de 30 años en prisión. Estos días apura sus últimos días de reclusión en la cárcel de Topas, en Salamanca.
Loza es la figura principal del Gobierno español en la CAV a la hora de ejecutar todos los movimientos relacionados con el acercamiento de los presos de ETA y la kale borroka y las políticas de reinserción. Por sus manos van a pasar todas las decisiones al respecto y está decidido, porque tiene el mandato del presidente Pedro Sánchez, a llevarlo a cabo siguiendo los criterios marcados de acercar primero a los reclusos mayores de 70 años y a los que presenten enfermedades de gravedad. Pero, en tanto que delegado del Gobierno español, tiene en su mano la facultad de llevar a la Fiscalía de la Audiencia Nacional los actos que considere como enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.
Así lo ha hecho esta semana con el homenaje a Jesús María López González, que el pasado miércoles quedó en libertad tras cumplir su condena y dos días después recibió un ongietorri en Gernika. El exmiembro de ETA pasó dos décadas en la cárcel por su participación en un asesinato de un policía.
Ante la posibilidad de que este domingo o los días siguientes se le rinda tributo a Santiago Arrospide en su localidad natal, Lasarte, u otro municipio, el delegado del Gobierno español en la CAV avanzó ayer que actuará judicialmente. “Si le recibe su familia, amigos o su entorno en un lugar privado, nos parece perfecto y no hay ningún problema. Pero si ocurre como en Gernika, un aurresku de honor, que es un baile de homenaje, eso no lo vamos a permitir”, precisó Loza en una entrevista a Televisión Española.
Arrozpide (Lasarte-Oria, 1948) ingresó en ETA siendo un adolescente, primero en los polimilis, todavía con Franco en vida, y luego en los milis. Participó junto a la que fue su pareja, la también miembro de ETA Izaskun Rekalde, en la conocida como fuga de Segovia, el 5 de abril de 1976, que precipitó la huida de prisión de una treintena de presos de la banda y algunos otros del FRAP.
Así fueron los inicios de su larga y trayectoria en ETA que culminó con más de 3.100 años de condena y decenas de muertos a sus espaldas, entre ellos los ocasionados en los los atentados de Hipercor (Barcelona) y de la plaza de la República Dominicana (Madrid), por los que fue condenado como inductor. Todo ello le llevó a integrar la cúpula de la banda, en una dirección compartida con Josu Urrutikoetxea, más conocidocomo Josu Ternera, y Francisco Mujika Garmendia, alias Pakito. El primero de ellos sigue hoy huido y el segundo, cumple condena en la cárcel de Zuera (Zaragoza). El 4 de ciembre de 2014 salió de la cárcel pero 45 días después regresó a prisión para responder por dos atentados pendientes de resolver. El próximo domingo saldrá definitivamente al cumplir el límite de estancia en prisión.
Al resto de los alrededor de 220 presos de ETA que cumplen condena en cárceles españolas (otro medio centenar purga en prisiones de Francia) Loza les recomienda “autocrítica”, una exigencia que también extiende a la izquierda abertzale, si quiere ayudar a los reclusos en ese proceso. “Los presos tienen que dar pasos y mostrar su voluntad de reinserción”, subrayó. - DEIA