Bilbao - Un macabro y extraño suceso sacudió ayer al barrio bilbaino de Otxarkoaga cuando se tuvo noticia de que un matrimonio de avanzada edad había sido hallado muerto en su vivienda con evidentes signos de violencia. Al parecer, los agresores golpearon violentamente a los dos octogenarios, especialmente al hombre, que tenía golpes en la cara y en la cabeza.

Pasadas las dos de la tarde, el yerno del matrimonio encontró a sus suegros tendidos en diferentes dependencias del piso y bañados en sangre, después de que durante toda la mañana no cogieran el teléfono. También encontró la vivienda totalmente “revuelta y desordenada”, lo que hace pensar que fueron víctimas de un robo. Las dos personas fallecidas, Lucía y Rafael, tenían 87 años y eran muy conocidas y apreciadas en el barrio, ya que tras jubilarse ayudaron a su hija y a su yerno en un tienda de pinturas y papeles pintados que hay cerca de la iglesia, en el epicentro del barrio de Otxarkoaga.

La voz de alarma la dio el yerno cuando entró en el segundo piso del número 16 de la calle Zizeruena, donde vivían sus suegros desde hace más de cuarenta años. Según pudo saber DEIA, la única hija del matrimonio habló el miércoles por la noche con su madre, que estos días se encontraba convaleciente tras haber sido operada de cataratas. Al parecer, habían quedado para estar hoy, según comentó un vecino del edificio que pudo hablar con la hija del matrimonio después de conocer la tragedia. Por eso mismo, por la falta de noticias, su hija se impacientó y le dijo a su marido que se acercase hasta la vivienda.

Las primeras investigaciones policiales indican que la mujer se encontraba tendida en el pasillo, a pocos metros de la puerta, “rodeada de muchísima sangre” y en otra habitación se hallaba el hombre, también “bañado en sangre”.

La Ertzaintza y la Policía Científica se personaron en el domicilio de las víctimas, donde realizaron un exhaustivo registro de la vivienda. La casa estaba totalmente revuelta, por lo que la primera hipótesis de trabajo de los agentes es que se trató de un robo. Durante casi cuatro horas, los policías científicos revisaron cada recoveco de la vivienda en busca de evidencias que puedan aportar algo de luz a la investigación. Cualquier detalle puede ser importante a la hora de identificar a los autores del brutal y mortal asalto.

Por otro lado, será la autopsia la que determine el motivo de los fallecimientos, aunque a tenor de las muestras de violencia que presentaban las víctimas, es presumible que fueran golpeados con saña. Los cuerpos fueron enviados al Instituto Anatómico Forense sobre las 18.50 horas.

Resurgir

Otxarkoaga fue de esos barrios castigados por la droga y la delincuencia durante los años ochenta que supo resurgir gracias al esfuerzo de sus habitantes, gentes llegadas de diferentes puntos de la península con ganas de comenzar una nueva vida. Los vecinos y las instituciones han recuperado la identidad de un barrio que se formó con aquellos jóvenes que llegaron hace medio siglo a Bilbao y que hoy son las personas mayores que lo habitan, los más vulnerables. Muchos vecinos han denunciado en las últimas épocas haber sido víctimas de asaltos y robos. Nunca habían llegado al extremo de matar como a Lucía y a Rafael. Ayer, tras conocerse la noticia, con un barrio conmocionado, numerosos vecinos se acercaron al número 16 de la calle Zizeruena para mostrar su indignación y su enfado.

Según el testimonio de Jose Mari, vecino del quinto piso del mismo bloque de viviendas, “no hemos notado ningún ruido esta noche, nada extraño”, decía consternado tras haber presenciado el ataque de ansiedad que sufrieron la hija y la nieta del matrimonio tras ver lo que había sucedido. “Nosotros”, comentaba otro vecino de un inmueble contiguo, “nos hemos enterado pasadas las dos y media de la tarde cuando han comenzado a llegar coches de la Ertzaintza a la zona”. A partir de ese momento, los vecinos fueron acercándose hasta el portal 16 para conocer más detalles de la tragedia. Todos los vecinos consultados a pie de calle por DEIA coincidían en que “falta seguridad en el barrio”. “Antes podías dejar la puerta del portal abierta”, decía Vicente, un vecino “de toda la vida del barrio”, pero “de un tiempo a esta parte no se puede”. “Como se te olvide una bolsa en el portal o en la calle, no la encuentras”, señalaba otro vecino.

Robos

José Luis, otro vecino de la calle Zizeruena, pide “justicia y más policía en el barrio, porque aquí ya sabemos quién hace estas cosas, son los mismos”. Este vecino recuerda que “hoy mismo a Pepi, otra mujer mayor del barrio, se ha encontrado con que unos ladrones salían por la ventana de su casa mientras ella subía las escaleras”. También apunta que “a otra vecina le robaron en plena calle”. Los vecinos más antiguos del barrio, como Vicente, reconocen que “Otxarkoaga siempre ha sido una parte de Bilbao conflictiva, porque hubo muchos problemas con las droga, pero después de eso hemos vivido tranquilos porque este es un barrio de trabajadores, aunque últimamente...”. Como ayer, que se truncó la tranquilidad.