Donostia - Referente. Personalidades de la política y de la cultura coincidieron ayer en la misma palabra para definir a María Teresa Castells, fundadora de la librería Lagun y que falleció el domingo al mediodía tras una parada cardíaca provocada por un atragantamiento mientras comía en un centro comercial de la capital donostiarra. “Es una gran pérdida para nuestra ciudad, porque ha representado un símbolo muy importante, de resistencia, de defensa de la libertad”, expresó en un comunicado el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que trasladó el pésame a la familia y a los allegados de Castells, Medalla al Mérito de la ciudad en el año 2002.
Hija de Miguel Castells Adriaensens y María Isabel Arteche, nació en 1935 y era hermana del abogado y exparlamentario de HB Miguel Castells, de los profesores de la UPV/EHU José Manuel Castells y Luis Castells, así como de Carmen e Isabel Castells. María Teresa se casó con el exconsejero socialista de Educación al que ETA intentó asesinar en el año 2000, José Ramón Recalde, y que falleció el verano pasado.
La noticia de la muerte de Castells, que será despedida hoy a las 10.00 horas en el tanatorio de Zorroaga, provocó reacciones que coincidieron en calificarla como una mujer de referencia. “Su coraje y sus firmes convicciones; su pasión por la libertad. Hasta siempre, María Teresa Castells”, despidió el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en un mensaje de Twitter.
Al igual que diversos dirigentes socialistas, como el guipuzcoano Eneko Andueza (“se va un referente en la lucha por la paz y la libertad, un ejemplo de dignidad. Te echaremos mucho de menos”), otra de las voces que se sumó al pésame fue la del portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, que la calificó de “símbolo de la defensa de las libertades y de compromiso, con José Ramón Recalde”.
Castells, junto a Recalde y el exparlamentario Ignacio Latierro, fue otro espíritu del 68, año en que, en plena dictadura y censura franquista, la librería Lagun abrió su puerta en la plaza de la Constitución.
Ataque tras ataque Trastienda de militantes antifranquistas, primero fueron los “arriba España” o “fuera nacionalistas” que ultraderechistas pintaban en la fachada. También hubo ataques de Cristo Rey con cócteles explosivos. Con el tiempo, el signo de la presión y de los ataques cambiaron, pero la violencia seguía siendo violencia. “Que se vayan... preparando” y ”faxistak kanpora” fueron dos pintadas que en el año 2001 aparecieron en las persianas del local, cerrado desde septiembre del año 2000, cuando en presencia de la propia Castells, ETA tiroteó a Recalde en su propio domicilio. “La situación cambió. Vimos que la cosa era muy seria y cerramos la tienda en la Parte Vieja”, describió Castells aquel cierre, aunque la clausura de Lagun fue momentánea al convertirse en un traslado a la calle Urdaneta. Lejos de la Parte Vieja.
Con la mudanza quedaron atrás los peores días de hostigamiento. “¿Quiénes son los que a lo largo de la historia han atacado los libros? No hay más que una respuesta: los nazis y los fascistas”, describió Castells tras un ataque en 1996.