Bilbao - Cuatro denuncias más se suman a la que se interpuso la semana pasada por el caso de los presuntos tocamientos a niñas de cuarto de Primaria en un colegio de Bilbao. En consecuencia, ya son cinco las presentadas ante la Ertzaintza contra el profesor sustituto acusado de realizar tocamientos a varias niñas a las que daba clase en el colegio concertado, y que sigue en la prisión de Basauri tras ser arrestado en el centro educativo. Todas ellas, de alrededor de nueve años, son compañeras de la misma aula que, desde el pasado 22 de septiembre, recibían clases de inglés de este profesor de 27 años. No se descarta, además, la posibilidad de que se presenten más denuncias.

La alarma la hizo saltar una niña de 9 años de cuarto de Primaria, que alertó a sus padres de que su profesor de Inglés habría tocado a alguna de sus compañeras. Concretamente, “las piernas, la espalda por debajo del polo y en algunos casos también por debajo de la falda”, tal y como confirmó la directora. Tras esta noticia, se pusieron en contacto con los padres de la niña que habría sido víctima del abuso para contarles lo que acababan de oír. Tras hablar con su hija, los padres acudieron a una comisaría a interponer la denuncia correspondiente y acusar así al profesor de una agresión sexual a la menor. También llevaron a la pequeña a un centro hospitalario para que un forense la examinara siguiendo el protocolo. Afortunadamente, no presentaba lesiones físicas. Esta fue la primera presunta víctima, aunque desde el principio se barajó la posibilidad de que hubiera siete más en la misma clase, a tenor del relato de la primera pequeña. De hecho, la dirección del centro se reunió con las familias de las menores para informarles de lo ocurrido sin involucrar ni alarmar a los demás alumnos, siguiendo las recomendaciones de Inspección de Educación. Los padres recibieron los hechos angustiados, sin sospechar siquiera que algo así les podría haber ocurrido a sus hijas. Nada en ellas llevaba a pensarlo; no habían observado ningún cambio de carácter, ni de conducta. “Les preguntamos si habían visto cambios en ellas, si dormían y comían bien, si querían venir al colegio... Afortunadamente, ninguna de ellas ha tenido un comportamiento extraño que nos haga pensar que tiene secuelas de lo ocurrido”, explicó la directora del centro.

Hasta el momento, no se han reunido con más familiares “por preservar la identidad de las alumnas potencialmente afectadas y evitar causarles algún daño mayor. Afortunadamente, las niñas están bien, según nos informaron sus familias”, explicó ayer el centro a través de una nota interna. No obstante, todos los padres y familiares tienen las puertas abiertas al centro para cualquier duda o para ampliar la información de lo ocurrido. “Si alguna familia precisa más información puede pedir cita personal con la directora pedagógica”, hacen un llamamiento desde el centro.

El colegio actuó nada más conocer los hechos de boca de los padres de la primera niña que interpuso la denuncia. “Inmediatamente se informó a la inspección educativa y se reunió al personal del colegio” para tomar una decisión. Enviaron un burofax al profesor, que daba clases de inglés en dos aulas de tercer y cuarto curso de Primaria, informándole de la rescisión de su contrato. “Queremos aclarar que este profesor empezó en el centro el 22 de septiembre, con una jornada de 8 horas semanales. Su actividad se circunscribió a la impartición de clases de inglés en tercero y cuarto”, se explicaba en la nota a los padres. “Afortunadamente, no se ha prolongado en el tiempo”.

Desde el centro educativo insisten en que el tema se ha resuelto a tiempo y que lo más importante es que las niñas no han sufrido traumas. “Llevaba apenas tres semanas en el centro y no se ha prolongado en el tiempo. Habría sido en el tiempo de clase, no en otros lugares como vestuarios o baños, que son más delicados”, concluyeron.